En el país los candidatos al gobierno del estado gastan 10 veces más de lo que reportan como tope de campaña, y cuentan con tres esquemas de financiamiento caracterizado como “gasto ilegal”, entre ellos el crimen organizado y empresas fantasma, evidenciaron el consejero del INE, Marco Antonio Baños, la presidenta de la consultora Integralia, Ximena Mata, y Luis Carlos Ugalde, ex presidente del INE.
Durante la presentación del libro “Dinero Bajo la Mesa, financiamiento y gasto ilegal de campañas políticas en México”, Baños indicó que no se tiene comprobado que el dinero provenga del crimen organizado no obstante admitió que es sabido que así ocurre tras haber realizado entrevistas directas a operadores de campañas. Esto como parte del estudio que se hizo para este documento hasta el proceso electoral del 2018.
El también ex consejero electoral del INE, Ugalde detalló que por cada peso que los partidos políticos reportan se tienen 25 pesos que no son comportados, y gastados de forma ilegal, es decir, se desconoce cuál es su origen y destino.
Las campañas competitivas de gobernador erogan más de 10 veces de lo que la ley permite como tope.
“Este es uno de los fenómenos en el mundo, donde las campañas se convierten en espacios de transacciones ilegales que después tienen repercusiones en la vida de los gobiernos, de las empresas y sobre la economía de un país”, emperó Ugalde.
Por su parte Ximena Mata ejemplificó que, si una campaña a gobernador en promedio es de 50 millones de pesos, el candidato competitivo debe gastar al menos 500 millones de pesos en proceso de campaña.
Indicó que el perfil común de los abanderados se denomina “austero” y afirman que gastan apenas el 30 por ciento de lo permitido.
Son cuatro puntos de financiamiento los que se detectaron:
El financiamiento público derivado de la intervención de gobernadores u otros actores de gobierno que desvían recursos de las arcas estatales para beneficiar al candidato de su partido o su grupo.
Dinero de los propios empresarios que dan a una campaña, utilizando esquemas como el fingir operaciones que en realidad no suceden, uso de empresas fantasmas.
Financiamiento del crimen organizado, tema del que no se aborda en el libro debido a la complejidad y contenido que será difundido en otro momento.
Clientelismo electoral, es la compra de voto que solo puede ser desarticulada si el 90 por ciento de los votantes salen a emitir su derecho.
Aclaró que lo más caro de una campaña son los movilizadores, es decir, si una campaña esta evaluada en 500 millones de pesos, al menos 300 millones de pesos esta redireccionado a los movilizadores, esto en dinero en efectivo.
En el libro también se habla de recomendaciones que se pueden seguir en función del problema que se tiene, y aun cuando no se aborda de manera directa el proceso electoral extraordinario que se tiene en Puebla, si se toca la elección del 2018.
Los presentadores del libro coincidieron que el destino del dinero ilegal en campañas es el clientelismo electoral, es decir, compra, movilización e inhibición del voto, así como el pago de estrategias de campaña.