Mujeres indígenas residentes de la ciudad de Chihuahua se reunieron para compartir sus experiencias y reflexionar sobre el papel que tienen en la sociedad, la responsabilidad de preservar su cultura, su lengua, sus tradiciones y además adaptarse a una sociedad que las discrimina y las limita.
Originarias de diferentes regiones de la sierra tarahumara y del sur del país, 4 destacadas mujeres indígenas fueron invitadas por la Red de Participación Ciudadana para hablar sobre los retos que han enfrentado desde su nacimiento, la migración por falta de oportunidades de estudio, de trabajo y de una vida mejor.
“Ser mujer indígena es soportar abusos, discriminación, es tener que aguantar que te digan india, morenita, comadre, maría que nos llamen la gente sin razón” describió durante su participación Irma Chávez, mujer rarámuri egresada de la facultad de Zootecnia de la UACH como Ingeniera en Ecología y estudiante de posgrado en la misma universidad.
Demandó a demás la falta de espacios de participación pública “Hay comunidades en las que no hay espacio para las mujeres, los hombres se reúnen y toman decisiones, mientras que a la mujer no la toman en cuenta; históricamente hay personas que hablan por nosotros y nos consideran incapaces de administrar nuestra riqueza”.
Para Catalina García quien es originaria de Oaxaca y recién egresada de la maestría en Ciencias de la Productividad Frutícola, ser mujer y además indígena es un orgullo “Somos organizadas, ordenadas, podemos coordinarnos, podemos tomar decisiones y somos las que alzamos la voz”.
Y coincide con el resto de las participantes que lo único que necesitan es tener la oportunidad para demostrar todo el potencial que tienen, que pueden coordinar equipos de trabajo, desempeñar tareas, tomar decisiones y no solo estar en las oficinas sirviendo café y contestando teléfonos “Eso era un anhelo que teníamos antes, ahora sabemos que podemos estar a cargo de puestos importantes”.
Concordaron que son ellas las encargadas de preservar su cultura y su lengua a las nuevas generaciones “Mi hijo más pequeño tiene ahora un año y medio y sé que es ahora cuando le puedo enseñar chatino (su lengua original), porque luego cuando los niños se van a la escuela ya se les olvida y no la hablan, por eso ahora me dedico a inculcarle esa que es nuestra cultura”.
En el evento que titularon Dialogo de Saberes: Voces de Corazón a Corazón para Construirnos Juntas, participaron además Patricia Martínez Esparza (Odami), María Luisa Pancho Ramírez (Rarámuri) y Mariela Vázquez Tobón (Mixteca).