*Decreto presidencial dejó sin seguro de gastos médicos a burócratas federales sin previo aviso
*Socorro trabaja en el INAH desde 2005 y se enteró, ya en el hospital con su hija en estado crítico
Cuando su hija de 15 años, diagnosticada con una enfermedad autoinmune, ingresó de emergencia a un hospital de la ciudad de Chihuahua en diciembre pasado, Socorro estaba angustiada por la gravedad del padecimiento, pero confiada de contar con el respaldo de su Seguro de Gastos Médicos Mayores, que como empleada federal tenía desde hace 14 años… hasta el 1º de enero de este año.
La iniciativa presidencial de Andrés Manuel López Obrador de eliminar esa prestación para los burócratas federales en aras de su plan de austeridad, se convirtió en decreto el 31 de diciembre de 2018 y, a la luz de los hechos, su aplicación no fue gradual.
A Socorro Chacón, de hecho, no le avisaron de las oficinas centrales del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), donde trabaja desde el 2005.
Tampoco se lo informaron por parte de la aseguradora Inbursa, ni el personal del Hospital Clínica del Centro, que un día después del ingreso de su hija recibió la notificación de una reducción en el tope de gastos y para el fin de año la cancelación total del servicio, aun cuando la Secretaría de Hacienda lo hizo oficial el 3 de enero de 2019.
Aún así, los administrativos del hospital no lo aclararon con la empleada federal hasta el 8 de enero, cuando en un primer corte, le indicaron que la cuenta de gastos médicos, internamiento y demás procedimientos superaba los 153 mil pesos. A la semana siguiente ya eran más de 200 mil pesos.
Como ella, 30 empleados del INAH a nivel nacional contratados bajo el régimen de confianza y mandos medios se quedaron sin el Seguro de Gastos Médicos Mayores (SGMM), y si bien podrán recontratarlos si lo pagan por su cuenta, la aseguradora les reconocerá la antigüedad como clientes pero no cubrirá padecimientos preexistentes, como el de la hija de Socorro.
Una prestación que no era gratis
Socorro Chacón trabaja en el INAH desde hace 14 años con un contrato de “jefe de departamento tipo C”, inscrita en el Servicio Profesional de Carrera, cuya responsabilidad es la capacitación y evaluación constante, lo que le permitía acceder a la prestación del SGMM.
En 2009, le descontaban por nómina un total de mil 908 pesos mensuales para el SGMM, cifra que con el paso de los años aumentó hasta alcanzar en 2018 los 3 mil 460 pesos.
“Te fijan un porcentaje por las percepciones que tienes, pero te dan la opción de una cantidad adicional para potenciar tu seguro hasta por 12 millones de pesos; esa fue la modalidad que elegí”.
Relata que en octubre de 2016 a una de sus hijas, entonces de 13 años, le diagnosticaron una enfermedad autoinmune, lo que la llevó a visitar a un gran número de especialistas, requiriendo en algunos casos de hospitalizaciones y procedimientos médicos complicados, los cuales cubrió con su SGMM.
Sin embargo, el 19 de diciembre de 2018, la adolescente tuvo que ingresar de emergencia al Hospital Clínica del Centro de la ciudad de Chihuahua. Lo que Socorro no sabía es que 12 días después se cancelaría el seguro.
En la primera semana del año en curso, personal del hospital le notificó que la aseguradora había dado de baja su póliza (desde el 31 de diciembre), y la cuenta que ella y su esposo debían cubrir sumaba 153 mil pesos.
Ese mismo día la familia decidió, aún en estado grave, sacar a su hija del hospital y buscar por otros medios la atención que la menor requería, pero el personal del hospital les presentó un segundo corte de gastos que ya era de 214 mil 906 pesos, lo cual no sólo incluía los gastos y procedimientos realizados en enero de 2019, sino los realizados el mes previo, cuando el SGMM aún estaba vigente.
“Me dijeron que el 20 de diciembre les había llegado una carta del seguro con un tope de 400 mil pesos, lo que tampoco nadie me informó, pues de haberlo sabido hubiera aclarado que mi póliza cubría hasta 12 millones de pesos”.
Para sacar del hospital a su hija, el padre tuvo que firmar un pagaré a nombre de la institución médica por la cantidad de 214 mil 906 pesos, además de dejar en garantía un vehículo con valor de 190 mil pesos, aproximadamente.
Todos se lavan las manos
Socorro Chacón recurrió entonces a sus superiores del INAH en la Ciudad de México con el fin de llegar a un arreglo con la aseguradora; sin embargo, la respuesta fue que de los 30 empleados de confianza y mandos medios de la dependencia a nivel nacional que gozaban de esta prestación, tendrían que ponerse de acuerdo con la aseguradora para renegociar sus pólizas.
Inbursa, por su parte, accedió a renovar los seguros a aquellos que lo adquirieran durante el primer mes de vencimiento, respetando su antigüedad como clientes, sin reconocer enfermedades preexistentes al momento de la recontratación y con un tope menor de gastos.
Ante ello, Socorro interpuso una demanda ante la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef), a fin de que Inbursa renueve su póliza de seguro en los términos previstos y también se haga cargo de los gastos que el Hospital Clínica del Centro aplicó durante diciembre, cuando el SGMM aún estaba vigente y el tope de gastos era mayor.
En tanto, el Hospital Clínica del Centro mantiene retenido su vehículo, así como el pagaré por 214 mil 906 pesos, y se niegan a aclarar algunos gastos “no considerados” desde el internamiento de la adolescente.
La iniciativa presidencial de retirar el SGMM a los burócratas federales involucra a alrededor de 700 mil empleados de confianza de todas las dependencias en el país, quienes con suerte solamente contratarán una póliza individual, la pagarán de su bolsa y no tendrán que pasar el trago amargo que Socorro.
Ahora la familia de Socorro, amigos y vecinos se han unido para realizar actividades y recabar fondos, a fin de recuperar el vehículo, pagar la cuenta del hospital y resignarse a atender futuras emergencias desde el ISSSTE.