Más de 10 mil familias poblanas que viven en las comunidades del “triángulo rojo” se dedican al robo de combustible. Además, en esta zona, niños de 10 a 14 años de edad que fueron captados por bandas de huachicoleros, perciben sueldos mensuales desde 16 mil y hasta 20 mil pesos por ser “halconcitos”.
Tales cifras demuestran que el tejido social en esta región del estado está “podrido”
por lo que las estrategias de los tres niveles de gobierno para revertir dicho problema tienen que ser efectivas; de lo contrario, se agudizará la violencia y la inseguridad en la entidad poblana.
Lo anterior fue expuesto por el vicepresidente de la Red Mexicana de Franquicias y Negocios, Francisco Lobato Galindo, quien dijo que Puebla podría convertirse en un Michoacán, Tamaulipas o Guerrero, por los altos índices delincuenciales que está generando el robo de hidrocarburo.
“Están dadas todas las condiciones de descomposición social no exclusivamente en el triángulo rojo y vemos con enorme preocupación que ni el gobierno del estado ni el gobierno federal han establecido un plan para saber qué vamos a hacer con esas diez mil familias”, sentenció.
En entrevista, sostuvo que ante el combate de dicha actividad ilícita que emprendió el gobierno federal, se prevé una repuesta violenta por parte de las bandas de huachicoleros; además, insistió en que el panorama es incierto para aquellas familias que ya no tendrán ingresos luego de que la administración de Andrés Manuel López Obrador está cerrando los ductos.
“En el momento en que les quitas las tuberías y en el momento que ya no les permites tener esa economía no se ve manera de que regresen a la normalidad”, enfatizó Lobato Galindo.