La construcción del muro fronterizo prometido por Donald Trump –que es una posible solución ante el cierre del gobierno– es rechazado por la mayoría de los estadounidenses, reveló una nueva encuesta realizada por el centro de investigación Pew. Sin embargo, los resultados muestran que hay cada vez mayor polarización entre las opiniones de republicanos y demócratas.
De acuerdo con el centro de investigación, el 58 % de los estadounidenses está en contra de expandir sustancialmente el muro, mientras que el 40 % está a favor de la propuesta, algo que no ha tenido grandes cambios desde que empezó el análisis, en 2016.
Al respecto de la solución del cierre del gobierno que ha repercutido en la economía de Estados Unidos y ha afectado a unos 800 mil trabajadores en tres semanas, la encuesta encontró que casi nueve de cada diez (88 %) de los opositores dicen que no sería aceptable aprobar un proyecto de ley que incluya la solicitud de Trump para obtener fondos, si esa es la única manera de terminar el cierre.
Por otro lado, entre el grupo de partidarios del muro, el 72 % dice que un proyecto de ley para poner fin al cierre sería inaceptable si no incluye la solicitud de financiamiento de Trump.
En claves: ¿Qué implica el cierre de gobierno de EU y a quiénes afecta?
Pew señala que las diferencias partidistas son ahora más amplias que nunca. El 82 % de los republicanos y partidarios republicanos están a favor de expandir sustancialmente el muro –una cifra que aumentó 10 puntos porcentuales al respecto del año pasado–, mientras que la proporción de demócratas que favorecen la expansión del muro fronterizo pasó del 13% al 6%.
Algo que se mantiene son las opiniones sobre el muro según la raza y la edad. Los blancos (46 % a favor) tienen el doble de los hispanos (23 %), y la mitad de los mayores de 50 años (48 %) favorecen la expansión sustancial del muro fronterizo, pero solo el 25 % de las personas de 18 a 29 años lo hacen.
Trump exige que se destinen 5,700 millones de dólares para financiar un muro en la frontera de Estados Unidos con México para frenar la inmigración ilegal, un proyecto rechazado de plano por la oposición demócrata pero que resolvería el cierre del gobierno.