El dinero que recibió el gobierno estatal de la federación para pagar adeudos es apenas alrededor de una tercera parte del “boquete financiero”, de acuerdo con el gobernador de Baja California, Francisco Vega de Lamadrid.
Al reiterar que su administración no es responsable del problema, dijo que esperaban más de 4 mil 200 millones de pesos extraordinarios desde mediados del año.
Cuando no llegaron, el estado buscó créditos cortos y tomó de su presupuesto para cubrir los compromisos con el magisterio y evitar un paro en ese momento, explicó.
Esa medida ocasionó el retraso en el pago de salarios y aguinaldos en diversas áreas del gobierno del estado y otros poderes en este momento.
“Es la decisión que tuve que tomar, y fue una decisión mucho muy responsable. Seguramente mucho muy responsable”, aseguró el ejecutivo.
Vega de Lamadrid anotó que ya cubrieron parte de los compromisos pero seguirán las gestiones con el gobierno federal porque faltan unos 2 mil 900 millones de pesos.
Incluso consideró que el envío de recursos de la nueva administración es muestra de que no hay irregularidades en el manejo del dinero público, y que se trata de dinero que cada año recibían.
“Si no lo hubiera aceptado no nos hubieran mandado mil 300 millones de pesos, te lo aseguro. Si hubiera visto que hubo malos manejos en los recursos, o desvíos y demás, no hubieran mandado mil 300 millones a la tesorería del estado”, subrayó.
Por lo mismo descartó las versiones periodísticas sobre su posible salida del cargo apenas entrando el 2019, el último año de su mandato.
“¿Y tú las crees? Nada más hay que revisar quién las dice, ¿no? No hay nada de eso”, respondió el gobernador Francisco Vega.
La petición al gobierno federal, aseguró, también es que estos recursos que cada año eran negociados con la Secretaria de Hacienda sean incluidos en el presupuesto anual.
“¿Qué caso no meterlos al presupuesto normal? ¿Será control político? ¿Será querer traer a los gobernadores así, a todos ellos, para fines qué sé yo? (sic)”, preguntó.