La cantante catalana, de apenas 25 años, sorprendió en los pasados Grammy al ganar dos preseas. Su nuevo disco está inspirado en la novela Flamenca, escrita hace más de 700 años.
“Entre mariposas negras / va una muchacha morena / junto a una blanca serpiente / de niebla… / Empieza el llanto de la guitarra. / Se rompen las copas de la madrugada. / Empieza el llanto de la guitarra. / Es inútil callarla. / Es imposible callarla…”. Así clama el poeta Federico García Lorca en su poema “Cante jondo”, de 1921, palabras que a la distancia parecen señalar con el dedo índice a la cantante catalana Rosalía, que envuelta en blanco y plumas como esa serpiente de niebla, se desliza, flota, pero se apropia del escenario en los Grammy Latinos del pasado 15 de noviembre: 25 años, voz privilegiada, cinco nominaciones, dos premios, una única canción, “Malamente”, es imposible callarla.
Rosalía es el fenómeno que estalló en los Grammy frente a los titanes de la industria. Solo un tema le valió cinco nominaciones a las categorías más importantes: grabación del año, canción del año, mejor fusión urbana, mejor canción alternativa y mejor video musical. Avante, logró dos de las preseas, mejor fusión interpretación urbana y mejor canción alternativa.
El mal querer, disco conceptual que atraviesa y une una narrativa completa, es una tormenta que azota, sublima e hipnotiza desde la primera escucha. Rosalía derrocha canto; insufla pasión, dolor y amor, se perfila a llevar el estandarte del nuevo cante jondo y de nueva reina pop. “Mi música bebe muchísimo de la influencia flamenca, pero hay muchas otras coexistiendo ahí. Creo que mi música tiene alguna referencia con la urbana más que con el trap. Mi música tiene influencia del folclor español, de electrónica, y —por supuesto— de lo urbano, ‘Malamente’ es la canción, y visualmente es la más urbana”.
Este disco sin parangón (basado en la novela anónima de 1287 Flamenca) da pauta a la charla que tuvimos con la nueva embajadora del flamenco fusión en un hotel en el poniente de Ciudad de México.
—Treinta y dos millones de reproducciones, cinco nominaciones al Grammy. ¿Esperabas este momento? ¿Qué soñabas?
—Siempre he tenido la ilusión de hacer música, de ser artista y de compartir mi música con los demás, siento que ahora más que nunca lo puedo hacer. Lo celebro, pero más bien siento agradecimiento, no tanto sorpresa porque llevo muchos años trabajando muy duro. Tantos años de dedicación y esfuerzo cobran sentido en un momento como este.
—¿Cuál es tu opinión, el flamenco estaba en agonía o inadvertido?
—El flamenco siempre ha tenido muchas voces, hay muchas maneras de entender esta música. El flamenco está viviendo un momento único donde creo que este género está teniendo cabida en contextos que hace un tiempo no era posible y, ahora mismo, a escala internacional los ojos están puestos hacia esta música, hacia el arte que se gesta en Barcelona o en Madrid. El flamenco tiene ahora mismo una presencia internacional muy fuerte.
Los Ángeles, disco debut de Rosalía, en 2017, dio un paso firme, fuerte, de plomo, en el mundo flamenco. Como homenaje al cante jondo y haciendo gala de su voz de cantaora alzó la mano y gritó aquí estoy, como preámbulo a lo que ya se gestaba para 2018. La curaduría hecha por la propia catalana recoge, a manera de ejercicio de musicología, canciones que rinden tributo a la muerte en el flamenco. De ese corte se extrae “Nos quedamos solitos”, pieza desgarradora: “Recogí mucho material popular, todas las letras son tradicionales que han surgido con los años. El flamenco es la música del pueblo, de la calle. ‘Nos quedamos solitos’ es una malagueña que es tradicional, fue interesante transitarla, revisitarla desde una nueva producción y estructura que no tiene que ver con la tradición flamenca, más bien es una visión personal y libre de esos cantes”.
—¿Hacia dónde quiere ir Rosalía al atravesar ese puente que se tambalea?
—¡Qué pregunta tan difícil! A ver… —Rosalía mueve las manos despacio, con cadencia, y sus uñas barrocas como si ese lenguaje luchara por decir todo—. Siento que estoy viviendo un momento que celebro el poder encontrarme en el estudio con músicos que admiro y con productores que respeto tanto y me hacen crecer como músico. A mí me gustaría seguir investigando siempre desde este lugar, esta base tan flamenca que elegí desde los 13 años, pero desde nuevos acercamientos, nuevos prismas, nuevos puntos de vista de esta inspiración flamenca.
—¿Qué vamos a encontrar, sentir o tocar en El mal Querer?
—El mal querer narra una historia, un amor oscuro entre un personaje femenino y masculino. En el orden musical hay toda una investigación de estos sonidos electrónicos, de esta propuesta que tiene tanto del uso del sampleo y el uso de otras músicas, pero ante todo está la influencia flamenca vista desde el punto de una interpretación personal.
—En ese sentido, la canción “De aquí no sales” tiene una experimentación muy inusual con sonidos de motores, ¿en qué momento se te ocurrió tal cosa?
—Esa canción es un pregón de flamenco, pero la producción no tiene nada de tradicional, la música urbana desde que era adolescente me ha acompañado, en la música urbana siempre hay motores, es algo que está ahí. Tenía ganas hace tiempo de hacer algo con esos sonidos y ahí lo vi clarísimo, la agresividad de la melodía me lo pedía. Estoy contenta de no haber coartado ese primer impulso de hacer una canción a partir de sonidos de motores y descontextualizar esa melodía tradicional con algo que no tiene que ver, con sonidos violentos.
—Rosalía, no podemos dejar de hablar de un tema pantanoso, la violencia contra la mujeres es noticia día a día. ¿Lo estamos normalizando?
—No creo que se normalice, más que nunca la figura de la mujer toma más fuerza, estamos viviendo un momento en el que se reivindica la figura de la mujer ante todo, y creo que darle visibilidad a problemáticas que venimos arrastrando socialmente como estas es una manera de tomar conciencia y avanzar.
—¿Qué sigue para Rosalía?
—Siempre hay algo que descubrir como músico, me gusta seguir investigando y seguir produciendo y componiendo como en este proyecto, y me gustaría dedicar el tiempo que se pueda en el escenario y en el estudio.
—¿Con quién te gustaría trabajar alguna colaboración?
—Brian Eno, Kanye West, me encanta Ozuna, su música siempre hace que estés alegre y bailes. Es importante reconectarse con el cuerpo y la música latina.
—¿Vamos a escuchar más adelante a Rosalía con música en el género urbano?
—Yo creo que mi música tiene muchas referencias, me gustaría ser una música libre en ese sentido, según como me sienta, ser coherente con ello. Me encanta la música latina, me gusta el género urbano, me gusta la música experimental y las músicas de raíz.