Muchos de los grupos de matlachines han decidido participar por tradición familiar. Algunos de ellos, cuentan con integrantes de la familia dedicados a la confección y diseño de los vestuarios y llegan a preparar con mucho tiempo de anticipación, los materiales que usarán para sus coloridos trajes.
Las manos del señor Magdaleno Cervantes Vargas bordan una pieza que formarà parte de la vestimenta de un matlachín
Magdaleno Cervantes Vargas, quien forma parte de una familia de 6 generaciones dedicadas a la Danza Matlachín, confecciona los trajes desde cero en un taller improvisado en su casa.
La pluma natural de pavo es la que se utiliza en la elaboraciòn de los penachos, esta llega en color natural y se tiñe para darle el color deseado
Un diseño casi terminado sobre la mesa de trabajo del señor Magdaleno Cervantes
La sonaja es elaborada a partir de un guaje seco que la propia familia Cervantes cultiva.
El cuero también forma parte de las materias primas para elaborar algunas piezas del atuendo.
Un diseño que comienza a bordar la señora Sara Montoya Álvarez.
Con chaquira y mucha paciencia logran estos bellos detalles.
Un matlachín porta su penacho fuertemente adornado en el atrio de la catedral.