¿Las escenas de “hackers” de las películas de Hollywood se acercan a la realidad o los presentan como seres fantásticos?
Advertencia de spoilers para Mr. Robot, Arrow y Hacker: Amenaza en la red
La tecnología está doquiera que miremos, por lo que no sorprende que las películas y la TV que disfrutamos estén igual de obsesionadas. Sin embargo, ello no quiere decir que nos las arreglamos para expresarnos bien cuando se trata de representar certeramente la tecnología, y unas de las peores áreas es el hackeo de computadoras.
He sido administradora del sistema Linux dentro y fuera de la industria por 20 años. Ello significa que me aseguro de que todos los tipos de servicios de internet, como el correo electrónico, los sitios web y los sistemas de noticias operen sin problemas, y que preferiblemente no sea hackeados. Mi trabajo actual es investigar la ética y el impacto social de la tecnología, por lo que me encanta ver cualquier cosa relacionada con la tecnología que aparezca en la cultura pop.
El único sistema operativo que parece existir en las películas (llamémoslo “PelículaOS”) es fascinante: el pitido constante, el traqueteo cada vez que se pulsa una tecla, las barras de progreso imposiblemente largas, las útiles alertas de precaución, sin mencionar la capacidad de acercar al infinito las imágenes digitales sin perder la claridad.
Pero las escenas de hackeo son las que me enervan. Todas las veces.
Expectativas versus realidad
El hackeo muy a menudo es representado como un ejercicio frenético, con música a ritmo acelerado para aumentar la tensión mientras ventanas centellean en la pantalla. Sin embargo, en un episodio de la serie de fantasía Arrow, los protagonistas son capaces de seguir “hackeando” a pesar de no ser capaces de ver sus pantallas y, finalmente, esta ridícula guerra hacker se convierte en un partido de tenis con ambos hackers enviándose picos de electricidad de ida y vuelta hasta que la computadora del antagonista estalla.
Es muy disparatado, pero el hackeo como medio de destrucción no es ficticio, y ha sido representado mejor en la serie de drama tecnológico Mr. Robot. En un episodio, el protagonista Elliot usa un dispositivo sembrado para descargar software en dispositivos de almacenamiento de energía para respaldo que son propiedad de la corporación misteriosa, ECorp. Este software luego es usado para provocar explosiones; enteramente razonable, ya que estos aparatos usualmente usan baterías de plomo y ácido que pueden emitir un explosivo gas de hidrógeno cuando se sobrecargan.
Sin embargo, la mayoría de las veces, las capacidades del PelículaOS no reflejan con precisión las capacidades o usos de los sistemas operativos de la vida real. Ser capaz de marcar la diferencia entre la fantasía y la realidad es útil en una película, pero también puede provocar problemas al lidiar con las expectativas que la gente tiene de sus computadoras y su entendimiento de cómo funciona el hackeo, en especial los hackeos comunes a los que son vulnerables las personas sin conocimientos técnicos.
Hacer que el hackeo se vea realista
Aparte del PelículaOS, que usualmente se diseña a la medida como una serie de capturas de pantalla o animaciones, Linux es uno de los sistemas operativos más amados por los diseñadores de escenas. Hay muchísimo tecleo involucrado, el software imprime salidas de apariencia oscura y es usado frecuentemente por hackers “verdaderos”.
Uno de los programas más populares que se muestran para propósitos de hackeo en películas es Nmap, un escáner que puede detectar quién está usando una red de computadoras. Nmap es popular porque produce montones de texto que se desplaza de la manera en que nos hemos acostumbrado a ver cualquier complicada hechicería computacional, y teóricamente se puede usar para una amplia gama de actividad de hackeo, como buscar puertos abiertos que podrían explotarse, así que en realidad también tiene legítimas “credenciales geek”.
Mr. Robot da las representaciones más precisas del hackeo, porque reconoce que los humanos frecuentemente son los eslabones más débiles en la seguridad. Los fraudes de phishing por correo electrónico, la suplantación de personal u otras manipulaciones de las normas sociales y expectativas a menudo son más exitosas que las acciones técnicas y, como los costos de los ataques con phishing a menudo son significativos, no sorprende que se usen con tanta frecuencia.
En una acción razonable de realismo, la película Blackhat (Hacker: Amenaza en la red, como se tituló en español) de 2015 trató de mostrar cómo se podía usar el phishing por correo electrónico para obtener la contraseña de alguien, pero es poco probable que alguien que trabaje para la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, por sus siglas en inglés) caiga en ese tipo de fraude.
Aun así, cuando este tipo de ingeniería social es mostrado con precisión en películas o TV, puede despertar consciencia sobre los métodos comunes y ayudar a la gente a reconocer los intentos antes de que sea demasiado tarde.
Los peligros de ser demasiado preciso
Sin embargo, las representaciones precisas también pueden provocar problemas. Después de que WarGames (Juegos de guerra, como se tituló en México) se estrenó en 1983, EE UU promulgó la Ley de Fraude y Abuso Computacional (1984) por miedo a que los hackers pudieran tratar de imitar los ataques cometidos en la película. Cuando The Matrix Reloaded (Matrix recargado) presentó el uso realista de Nmap en 2003, la Unidad de Crímenes Computacionales de Scotland Yard en el Reino Unido publicó un comunicado de prensa advirtiéndoles a los posibles hackers que no imitasen la película.
Las representaciones de los hackers contra “El Sistema” o una compañía grande con dudosos valores morales establece una visión romántica del hackeo, el cual sigue siendo ilegal y, por lo general, poco ético. Una serie actualizada recientemente de directrices éticas para los profesionales en computación declara que la gente debería “acceder a recursos de computación y comunicación solo cuando se les autorice o cuando lo hagan por el bien común”, señalando que si se esgrime esta última razón como justificación, “deben tomarse precauciones extraordinarias para evitar dañar a otros”.
Los hackers como Elliot en Mr. Robot tal vez tengan de hecho una instancia moral superior al encargarse de grandes corporaciones, pero como hemos visto a lo largo del programa, sus métodos también pueden impactar de manera desastrosa a gente inocente.
Entonces, aun cuando es bueno tener representaciones realistas del hackeo, a veces simplemente es mejor reírse de cuán terribles son. Personalmente, me gustaría ver imágenes más completas de cómo es el hackeo, y que también se representen las consecuencias realistas. Mr. Robot definitivamente va a la cabeza en este aspecto, pero hay espacio en películas y TV para visiones más realistas y críticas de la tecnología y sociedad.
Catherine Flick, alta profesora numeraria de responsabilidad computacional y social, Universidad De Montfort.
Este artículo se publicó originalmente en The Conversation.
Las opiniones expresadas en este artículo son responsabilidad del autor.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek