Concluyó el proceso penal al que fue sometido el guía espiritual José Manuel Aguilar García de 78 años de edad, toda vez que el Juzgado Mixto de Primera Instancia del Quinto Partido Judicial con sede en Jesús María, finalizó su investigación dictaminando que deberá pasar 87 años de prisión, toda vez que fue señalado en su momento como responsable de los delitos de Violación, Abuso sexual y Atentados al Pudor, aprovechándose del cargo religioso con el que contaba.
Se descubrió que José Manuel Aguilera García, contaba con 8 denuncias por delitos de índole sexual en contra de igual número de menores quienes señalaron que los acontecimientos se comenzaron a dar desde los años 2006 y 2007, cuando el hoy detenido participaba en una organización católica dando cursos de formación de guías espirituales, perteneciente a una organización con sede en el norte de la ciudad.
Ahí contactaba a sus víctimas ya que su labor era trabajar con jóvenes menores de 18 años, a quienes mediante engaños llevaba a lugares solitarios donde llevaba a cabo actos aberrantes en agravio de los afectados, así como obligarlos a que le hicieran lo mismo; también se descubrió que en repetidas ocasiones José Manuel organizaba viajes a distintas playas del país, donde seleccionaba a los jóvenes que por las noches les obligaba a realiza relaciones íntimas.
También se denunció que el hoy detenido llevaba a cabo sus actos inmorales en el interior de un mini súper que en esa época él tenía y se ubicaba en la Avenida Independencia en la colonia Los Pocitos, donde citaba a algunas de sus víctimas, después de cerrar por las noches el negocio, les hacía tocamientos lascivos en su partes íntimas y practicaba actos sexuales.
Al descubrir que sus víctimas habían presentado denuncias en la Agencia del Ministerio Público, de la entonces Fiscalía de Delitos Sexuales, decidió cambiarse de residencia a la ciudad de Santiago de Querétaro, donde comenzó a trabajar como profesor de la materia de teología en una universidad de prestigio de esa localidad, pensando que se olvidaría el caso y que difícilmente darían las autoridades con su paradero.