SERIE CAMINO ELECTORAL
La mañana del domingo 20 de mayo, Luis Ángel Amador acudió, citado por el Instituto Nacional Electoral (INE), a las instalaciones de un hotel cercano a la Universidad Autónoma de Baja California (UABC), donde estaba por llevarse a cabo el segundo debate presidencial.
Luis Ángel, egresado de Derecho con 23 años de edad, formó parte de los 42 ciudadanos que la autoridad electoral seleccionó de manera aleatoria para integrar a la audiencia del segundo debate.
Se les citó temprano para recibir instrucciones sobre la dinámica de un formato que nunca antes se había realizado en México.
A cada ciudadano se le pidió formular dos preguntas. También se les mantuvo incomunicados por el resto del día.
Esa mañana Luis no lo sabía, pero sería el primero de seis en hacer una pregunta a los cuatro candidatos, frente a millones de televidentes en vivo.
“Nunca se nos avisó quién iba a preguntar, ni qué pregunta (de las dos que nos pidieron formular) íbamos a hacer. Todo fue improvisado”, dice Luis Ángel en entrevista para Newsweek en Español Baja California.
Lorenzo Córdova, presidente del INE, dice que la participación de ciudadanos como Luis, ha sido importante para demostrar que tienen un compromiso democrático y que son capaces de apropiarse de la elección.
“Además coloca a la participación de los ciudadanos como parte de la normalidad de los debates políticos electorales por venir”, señala Córdova.
Luis Ángel preguntó cómo reorientar la exportación mexicana, considerando la incertidumbre que ha generado el futuro del Tratado de Libre Comercio y las políticas proteccionistas de Donald Trump.
“Hubo dos candidatos que no daban respuestas concisas, y dos que más o menos sí”, dice Luis.
Teresa Reinaga fue otra de las y los ciudadanos que tuvieron oportunidad de asistir y preguntar.
Cuando le informaron, no estaba convencida de participar. Pero su hijo le insistía: “Ándele amá, vaya, ándele”. Y siguió su consejo sin saber que esa noche se convertiría en tendencia en redes sociales.
Doña Tere nació en Nayarit hace 72 años pero los últimos 43 los ha vivido en Tijuana, específicamente en la colonia Rancho Escondido, justo “por la lámina” a la que ella se refiere como malla fronteriza.
Por eso su pregunta abordó el abuso al que son objeto los migrantes que intentan cruzar a Estados Unidos por esta frontera. Es una realidad que le toca ver a diario.
“A mí lo que no me gusta es que no protejan a los ‘pollitos’, a los que están pasando, que entre la policía y los malandros los extorsionan, ¿por qué no los dejan que vayan a buscar su vida?”, planteó.
Para Córdova, el objetivo de acercar a ciudadanos y candidatos fue en primera instancia, detonar el debate. Pero también ofrecer rutas para que puedan decidir por quién votar.
El problema que algunos apuntan, es que el debate presentó más enfrentamiento que propuestas.
VerificadoMX, un proyecto periodístico que reúne a más de 50 medios de comunicación mexicanos para verificar noticias vinculadas al proceso electoral, publicó una tabla en redes sociales con el conteo final de las acusaciones, gráficas y menciones que hicieron los candidatos durante el debate.
¿Propuestas a detalle? Cero, afirmó el proyecto.
Luis Ángel Amador está de acuerdo.
“No hubo ninguna propuesta concreta. Por ejemplo, la corrupción vamos a eliminarla pero ¿cómo?, ¿vamos a ayudar a los migrantes? ¿Cómo le vas a hacer?. Es lo que no hubo”, dice.
Venecia Zendejas, psicóloga de 23 años y quien también tomó el micrófono aquel domingo, coincide.
Lo que sí, es que pudo forjar una opinión propia de las opciones que tendrá en su boleta electoral.
De José Antonio Meade, opinó que es amable. Con Jaime Rodríguez, “el Bronco”, considera que sus propuestas fueron buenas pero abstractas. Sobre Andrés Manuel López Obrador, lo calificó de “muy reservado”. A Ricardo Anaya lo consideró un hombre preparado “pero sigo sin creerle”.
Ni Luis, Venecia o doña Tere lograron definir por quién votarán el 1 de julio a partir de este ejercicio.
Lo que Luis sí reconoce sobre el formato del cual fue partícipe, es que incluir a los ciudadanos despertó la curiosidad de otras personas que le rodean.
Sus amigos le piden su opinión sobre los candidatos. Quieren saber qué impresión le dejaron. Quién le parece más confiable.
Dice que las 42 personas que estaban en el set compartían un sentimiento de emoción por saber que la figura de un candidato a la presidencia iba a escucharlos y resolver sus dudas.
“Sabes que al menos te escuchó, que tuviste 30 segundos para decirle las inquietudes de tu colonia, de tu ciudad y que al final de cuentas son las inquietudes de todo México”.