Una de las armas más recientes y avanzadas de Rusia, un dron submarino portador de torpedos, podría tener la capacidad de desencadenar la destrucción nuclear de una manera nueva y devastadora.
El presidente ruso, Vladimir Putin, reveló oficialmente la existencia de un vehículo militar sumergible no tripulado durante su discurso del Estado de la Unión en el parlamento ruso el 1 de marzo. El líder ruso dijo que, en diciembre, sus científicos habían completado exitosamente las pruebas de “una unidad innovadora de energía nuclear” 100 veces más pequeña que los reactores submarinos existentes, pero más poderosa y capaz de alcanzar su máxima capacidad 200 veces más rápido.
Él dijo que el dron podía mover en “profundidades extremas, intercontinentalmente, a una velocidad varias veces más rápida que la velocidad de los submarinos, torpedos de vanguardia y todo tipo de navíos de superficie, incluidos algunos de los más rápidos”, añadiendo que los dispositivos sumergibles “son silenciosos, altamente maniobrables y difícilmente tienen alguna vulnerabilidad que el enemigo pudiera explotar. Simplemente no hay algo en el mundo capaz de hacerles frente”.
Putin luego confirmó lo que muchos expertos y funcionarios habían sospechado desde hace tiempo, que el dron submarino, que más tarde fue llamado Poseidon después de un concurso, tendría la capacidad de “portar ojivas convencionales o nucleares, lo cual les permite enfrentar varios objetivos, incluidos grupos de aeronaves, fortificaciones costeras e infraestructura”.
Los planes de semejante arma fueron reportados por primera vez por The Washington Free Beacon en septiembre de 2015. Citando fuentes del Pentágono, el artículo decía que Rusia construía submarinos armados con drones nucleares llamados “destructores de ciudades” con “decenas” de megatones (MT) de poder explosivo y capaces de viajar largas distancias a alta velocidad. El Pentágono apodó “Kanyon” al proyecto.
Dos meses más tarde, en noviembre de 2015, el canal mediático estatal ruso NTV transmitió planos de un dron submarino con capacidad nuclear titulados “Sistema Multiusos Oceánico Status-6”, supuestamente por accidente, durante la cobertura de la visita de Putin a funcionarios de defensa en Sochi. El portavoz presidencial Dmitry Peskov luego admitió el error, pero no entró en detalles del proyecto en sí.
“Es cierto, algo de información clasificada fue captado por la cámara y subsecuentemente borrado. Esperamos que esto no suceda de nuevo”, dijo Peskov a la agencia rusa de noticias Interfax por entonces. “Tomaremos medidas preventivas para asegurarnos de que esto no suceda de nuevo”.
No se supo mucho después de esto, hasta que Victor Baranetz, comentarista de defensa y coronel ruso retirado, afirmó en un artículo para el tabloide ruso Komsomolskaya Pravda que Moscú tenía un plan para detonar bombas nucleares plantadas bajo las costas de EE UU en venganza por el escudo mundial de misiles estadounidense. Aun cuando el autor no menciona tsunamis radioactivos, cierta cantidad de canales británicos sí lo hicieron, algunos de los cuales han borrado sus artículos desde entonces, según Business Insider, que citó la cobertura de Newsweek de las afirmaciones de Baranetz. El Kremlin luego negó el complot.
Business Insider también citó a Greg Spriggs, un físico nuclear del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore en California. Él tildó la idea de tsunamis inducidos por explosiones nucleares de “completamente estúpida”. Después de que se reveló más evidencia del arma “del fin del mundo” en la Revisión de la Postura Nuclear del Pentágono y el propio discurso de Putin en marzo, Business Insider publicó un artículo de seguimiento el martes, en el que Spriggs reiteró su descripción del arma como “estúpida” y un “desperdicio”, pero dijo que “posiblemente podría inducir un tsunami”.
“Una bien colocada arma nuclear de gran potencia en el rango de 20 MT a 50 MT cerca de una costa marítima, ciertamente podría producir energía suficiente para equipararse al tsunami de 2011, y tal vez mucha más”, dijo Rex Richardson, físico de armas nucleares, a Business Insider, refiriéndose al terremoto japonés que produjo un tsunami lo bastante poderoso para matar a 15,000 personas y provocar que la Planta de Energía Nuclear No. 1 de Fukushima sufriera una triple fusión, uno de los peores accidentes nucleares de todos los tiempos.
“Aprovechando el efecto de amplificación al elevarse el lecho marino, son posibles olas de tsunami que alcancen 100 metros [casi 330 pies] de altura”, añadió él.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek