Un grupo de especialistas científicos en diversas áreas se encuentran analizando las afectaciones sociales que trae consigo la crueldad animal de las corridas de toros para la población, especialmente en los niños y adolescentes, para impulsar ante los gobiernos y congresos de los estados una propuesta argumentada que permita poner fin a la fiesta brava.
Israel Arreola Toiber, director de la organización Anima Naturalis, afirmó que existen más desventajas que ventajas en la fiesta brava, pues no existen “argumentos con sustento científico” que indiquen que habría afectación para la especie de toros de lidia si se llegaran a prohibir las corridas.
“De acuerdo a la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en su sección de Agricultura y Alimentación, se reconoce a la ganadería como la principal causante de efecto invernadero inducido por el humano y en México existen 50 mil toros utilizados en la lidia (…) y por el contrario, el toro de lidia no tiene un alto valor ecosistémico, como es una raza artificial no pasa nada, si se terminan las corridas de toros ni siquiera se extinguiría”.
Agregó que durante la faena, los toros de lidia son sometidos a técnicas brutales de crueldad animal que van minando la integridad de los animales hasta que finalmente mueren a manos del torero.
“Se les clavan puyas de hasta 9 centímetros en el área cervical que pueden provocar heridas de hasta 30 centímetros, así el toro baja más la cabeza para que el torero pueda lucirse y sin esa suerte es muy difícil que lo puedan torear. Después vienen las banderillas que tienen una aguja de entre 4 y 5 centímetros que les clavan cerca de la puya para seguir logrando que el animal se vaya debilitando y eso le facilite las cosas al torero, entre otras suertes”.
Israel Arreola hizo referencia a los resultados de encuestas realizadas por la casa encuestadora “Parametría” en la que se habría incrementado en un 21% la percepción negativa de la población mexicana hacia las corridas de toros en el periodo comprendido del 2009 al 2013.
“70% de encuestados en 2009 rechazaba las corridas de toros y ya en 2013 la población que se oponía las corridas de toros era del 91% y en más de cuatro años creció el descontento hacia las corridas de toros y más votos para la prohibición de la fiesta brava”.
Asimismo citó otras encuestas en las que el 90% de los mexicanos se opone a que se apliquen recursos públicos a las corridas de toros.
Hasta el momento son sólo cuatro entidades de la República que han aprobado la prohibición de las corridas de toros: Sonora, Guerrero, Coahuila y algunos municipios de Michoacán.
Por otra parte, ha habido otros estado en los que se ha avalado la prohibición de la entrada de niños y niñas menores de 12 años a las corridas de toros como por ejemplo Campeche, Yucatán y Tijuana, en Baja California.
Por parte de las organizaciones civiles se seguirá impulsando ante las autoridades de gobierno y los congresos de los estados la propuesta para que se prohíban los toros a nivel nacional, aunque el director de Anima Naturalis reconoce que hay un gran respaldo económico detrás de la fiesta brava que será difícil vencer en un corto plazo.