Los eurodiputados italianos Andrea Cozzolino y Pina Picierno exigieron esclarecer el asunto de sus tres compatriotas desparecidos el pasado 31 de enero en Tecalitlán, Jalisco.
Acompañado por Francesco Russo y el abogado Claudio Falleti, Cozzolino recordó la no localización de Raffaele Russo de 60 años, su hijo Antonio de 25, y su sobrino Vincenzo Cimmino de 29 años en esa localidad al occidente de México.
“Llamar la atención de las instituciones europeas, junto con los familiares de nuestros compatriotas perdidos…No sabemos qué pasó con estas tres personas y cuáles fueron los informes entre la policía y la segunda, para no excluir una relación directa entre el clan del crimen organizado local y la policía”, pidió Cozzolino.
Fue hasta el 24 de febrero, casi un mes después de la desaparición, que el fiscal General de Jalisco, Raúl Sánchez Jiménez, informó la detención de cuatro policías de Tecalitlán como presuntos responsables de la desaparición forzada de los tres italianos, quienes según el funcionario confesaron haber entregado a los tres hombres a un grupo de delincuencia organizada local.
Pero, Francesco Russo, hijo del mayor de los desaparecidos, aseguró en una entrevista a la emisora pública italiana RAI1 que sus familiares fueron “vendidos por 43 euros, algo monstruoso”, sin especificar a quién, según reportó el diario italiano Corriere Della Sera.
“El respeto de los derechos humanos es la condición sine qua non para cerrar cualquier tipo de acuerdo comercial. Será necesario que la Unión Europea no pase por alto el cumplimiento de las normas del estado de derecho y las libertades personales”, apuntó el parlamentario italiano en referencia al acuerdo entre México y la Unión Europea.
La renegociación del Tratado de Libre Comercio de la Unión Europea con México (TLCUEM) lleva cuatro años y justo ayer el canciller mexicano, Luis Videgaray Caso, confió en el pronto cierre de las discusiones para concluir el acuerdo.