Los testimonios de Lucía, Armando y José enmarcaron la problemática del aumento del consumo de cristal en Aguascalientes en más de mil por ciento durante los últimos ocho años, según los datos obtenidos para el texto ‘El lado oscuro del cristal’, portada de esta revista en la edición de febrero.
En seguimiento a ese reportaje, Newsweek Aguascalientes creó una base de datos con más de 10 mil registros de lugares donde la Secretaría de Seguridad Pública Estatal ha registrado detenciones por consumo de todo tipo de droga, divididos por año y edad.
Puedes consultar la información en este mapa interactivo. Da click en la ventana que aparece a la izquierda para consultar por año. El número que aparece en cada punto corresponde a la edad del detenido y cada año tiene un color: 2015 tiene color azul, 2016 tiene el color amarillo, y el 2017 tiene color verde.
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El testimonio de Lucía seguirá acompañando la información, obtenida a través de solicitudes de transparencia, que refleja el incremento en el consumo de drogas durante los últimos tres años.
“Cuando la probé hasta me enseñaron cómo prepararla: te la dan en unas piedras y la tienes que hacer polvo. A veces la inhalas de un foco; otras, la pones encima de un billete y haces una línea. Él me decía: te vas a poner el billete en la nariz y le vas a dar hasta atrás y yo lo hice”, cuenta Lucía, quien comenzó a consumir cristal durante una fiesta en Calvillo, donde -asegura- había menores de edad.
Para Lucía, que Calvillo no aparezca entre los municipios con más detenidos por consumo de drogas es consecuencia de la falta de vigilancia de la policía municipal.
Los municipios que registraron más detenciones de 2015 al 2017 son Jesús María (con 420), San Francisco de los Romo (con 343), Rincón de Romos (con 248) y Pabellón de Arteaga (con 200). El resto registró menos de 100 detenciones en ese periodo.
Por tamaño y densidad poblacional, el problema se concentra en Aguascalientes. En la capital fueron detenidos 8,733 en el último trienio, es decir, más del 60 por ciento de las detenciones registradas por la autoridad en toda la entidad.
2015: De la Insurgentes a la España
Las cinco zonas con mayor número de detenciones en 2015 son fraccionamientos de nivel socioeconómico bajo y medio-bajo.
Insurgentes. Este fraccionamiento, conocido como ‘Las Huertas’, registró 347 detenciones por consumo de cualquier tipo de droga. Del total de detenidos, tres fueron mujeres y 114 menores de entre 13 y 19 años de edad. La mayoría de los detenidos estaba en el rango de edad de los 13 a los 26 años y, dentro de ese grupo, se detuvo a 33 jovencitos de 15 y otros 33 de 16 años de edad.
Pilar Blanco. Cercano al Centro Comercial Villasunción, Pilar Blanco también presentó alto consumo de droga entre menores de edad. De los 144 detenidos, 138 fueron hombres y seis mujeres; 24 de ellos fueron menores de entre 15 y 17 años. La edad más frecuente entre los detenidos fue de 22 años, con 15 registros; el grueso de consumidores estaba en el rango de los 15 a los 23 años.
Lomas del Ajedrez. Ubicado al oriente de la ciudad, en este fraccionamiento fueron detenidos 57 hombres, de los cuales 23 tenían entre 13 y 17 años de edad. La edad más frecuente entre los detenidos fue de 16 años: 13 casos. El rango dentro del que más consumidores fueron detenidos fue de 13 a 19 años.
Rodolfo Landeros Gallegos. También al oriente de la capital, en esta colonia se detuvo a 47 hombres consumiendo algún tipo de droga, 13 de ellos menores de entre 12 y 17 años. La mayoría de los detenidos fueron personas de 19 años de edad, mientras que el grueso de los detenidos tenían entre 22 y 32 años.
La España. Este fraccionamiento al poniente de la ciudad empata con la delegación Morelos por el quinto lugar con más detenidos por consumo de droga. En ‘la España’ hubo 40 hombres detenidos, la mayoría de entre 14 y 21 años de edad. El grueso de los detenidos tenía 20 años.
Morelos. En esta delegación, el mayor número de detenidos tenía entre 14 y 18 años de edad. La edad más común en las detenciones fueron los 17 años.
Para Laura Atuesta, profesora-investigadora del Programa de Política de Drogas del Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE), los factores de riesgo en el consumo de drogas en los jóvenes están estrechamente relacionados con las zonas en donde viven.
“Este consumo está relacionado básicamente con dos factores de riesgo. Esto es preliminar porque no hemos acabado nada al respecto, pero es la percepción que tengo hasta ahora: uno está relacionado con los barrios y el segundo es la ausencia de los padres en el hogar. Esos dos factores de riesgo se pueden relacionar fácilmente con el nivel socioeconómico de los niños. No diría que es un nivel socioeconómico bajo lo que produce un mayor consumo, pero sí creo que un nivel socioeconómico bajo produce más ausencia de los padres en el hogar, ya sea porque el papá abandonó y solamente la mamá está a cargo y tiene que trabajar todo el día, o porque viven con la abuela y los papás no los cui dan. El nivel socioeconómico también está relacionado con el involucramiento de los jóvenes con los barrios y las pandillas”, explica, con base un proyecto de investigación que realiza en Jesús María y cuyas conclusiones podrán conocerse en el primer trimestre de 2019.
2016: Insurgentes, la constante
Menores de edad detenidos en Insurgentes y Pilar Blanco fueron, hasta este año, las constantes.
Según los datos proporcionados por la Secretaría de Seguridad, el inicio en el consumo de drogas son los 13 años, lo que coincide con la investigación de Atuesta en secundarias y preparatorias de Jesús María. Hasta el momento, la investigadora ha encontrado que los jóvenes de ese municipio inician el consumo de estupefacientes durante la transición de la primaria a la secundaria.
“Encontramos que el primer año de secundaria es donde inician en el tema del consumo y el tema de los barrios. Es más: muchos niños salen de la primaria y entran a la secundaria ya perteneciendo a un barrio y en secundaria empiezan a consumir, empiezan con cigarro, alcohol, mariguana, resistol, cristal y lo que me preocupa un poco es que son muy chiquitos, de 11 o 12 años. Y cuando les preguntas qué es un foco, ni siquiera saben bien qué es, ni siquiera tienen identificando qué se están metiendo ni qué daños o efectos les puede causar”, señala.
Y como ejemplo, relata una anécdota de sus entrevistas de investigación: “Ellos mostraban una foto en Snapchat de una niña con sus florecitas y estrellitas, como las pone esa aplicación, como oliendo resistol. Para ella eso está padre, lo ven como una forma de pertenecer”.
Insurgentes. De los 262 detenidos en 2016, una fue una niña de 13 años. En la lista se cuentan otros 68 menores de entre 13 y 17 años. La edad con mayor número de detenciones fue 17 años y el rango de edad en el que fue más común la detención por consumo de drogas fue de 13 a 21 años.
Pilar Blanco. Desde el Infonavit Pilar Blanco hasta el fraccionamiento del mismo nombre, se detuvo a 137 personas. Entre ellas hubo cuatro mujeres, dos de las cuales eran menores de edad, y las otras de apenas 18 y 22 años. En la lista se registraron 31 menores de 14 a 17 años. La mayoría de los detenidos tenía 17 años y el rango de edad con más detenidos fue de 14 a 23 años.
Guadalupe Peralta. De entre las 105 personas detenidas en este fraccionamiento ubicado al oriente de la capital, 31 fueron menores de edad cuyas edades van de los 13 a los 21 años.
Rodolfo Landeros Gallegos. Como constante en la cuarta posición desde 2015, en este fraccionamiento fueron detenidas 97 personas de 12 a 20 años. La edad con mayor número de detenciones fue 17 años.
Ojocaliente. En las primeras tres secciones del fraccionamiento Ojocaliente la SSPE detuvo a 95 personas por consumo de drogas, 20 de ellas menores de edad desde los 13 años. Los 19 años fue la edad más común en los registros, mientras que en rango de edad con mayor número de detenciones fue de los 13 a los 21 años.
2017: el aumento
En 2017, el número de detenciones aumentó en más de 2 mil en comparación con 2015 y 2016. Insurgentes y Pilar Blanco permanecieron en los primeros lugares, mientras que la delegación Morelos escaló de posición y el fraccionamiento Villas de Nuestra Señora de la Asunción se incorporó a la lista.
Insurgentes. Fiel a las cifras de los años anteriores, en este fraccionamiento se detuvo a 389 personas en 2017. El rango de edad más común entre los detenidos fue de los 13 a los 28 años. Del total de detenidos, 83 eran menores de edad y 18 años fue la edad que tenía la mayoría.
Pilar Blanco. De las 258 detenciones registradas en este fraccionamiento, 44 fueron de menores de edad desde los 14 años. El rango de edad más común entre las detenciones fue de los 14 a los 26 años y 21 años fue la edad más frecuente entre los detenidos.
Morelos. Esta delegación alcanzó las 191 detenciones en 2017, más que los dos años previos. Del total, 24 detenidos eran menores de edad. El mayor número de detenciones se dio entre adolescentes de 16 y 17 años.
Villas de Nuestra Señora de la Asunción. Este fraccionamiento saltó al top cinco con 134 detenciones, de las cuales 31 fueron de menores de edad, siendo los 18 años la edad con mayor número de casos.
José López Portillo. De 95 detenciones registradas en esta zona, 25 fueron menores de edad desde los 13 años. La mayoría de los detenidos tenía entre 17 y 19 años.
El desconocimiento
“La primera vez que la pruebas quedas enganchado. La persona que te diga que si la pruebas no te va a pasar nada te está engañando, es una cosa muy adictiva”, asegura Lucía, quien añade que la mayoría de quienes consumen cristal desconocen los daños que puede causarles.
Los mismo sucede con maestros y padres de familia, según la investigación del CIDE. Laura Atuesta cuenta que se topó con el caso de un padre de familia que daba dinero a su hija para comprar cristal, sin saber que era una droga, sumamente adictiva y peligrosa.
“Tanto los padres como los maestros no tienen muy claro ni cuáles son los efectos de cada droga ni qué son, entonces hay veces que se dan cuenta de que los niños llegan drogados a clase porque tienen un comportamiento diferente, pero no saben identificar ese comportamiento a qué droga se debe. Hay una falta de información tanto para padres de familia como para maestros”, señala.
Atuesta considera que no existen las políticas públicas necesarias para rehabilitar a menores de edad, el sector de la población que más padece adicciones.
“El tema es que las políticas públicas que hoy se están implementando o no son suficientes o no son las adecuadas para los niños de esa edad. Tal vez para personas mayores sí, pero para los niños más chiquitos no hay mucho. Anexarlos no es algo muy recomendable para ellos”, considera la investigadora.
Advierte que ingresar a menores de edad a anexos de tratamiento irregulares -algo común entre mayores de edad, que frecuentemente son víctimas de violaciones a sus derechos humanos- es una práctica contraproducente para los jóvenes.
“Los maestros nos hablaron un poco de los niños que han estado anexados dentro de la escuela y salen del anexo siendo un dios. Es decir, el resto de los niños los comienzan a ver como alguien superior porque ya vivió una experiencia mucho más fuerte, se vuelve un líder sólo por el hecho de haber estado anexado en secundaria”, explica.