Por: Susana Rodríguez
Un grupo de asociaciones y activistas solicitaron a la Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) Delegación Aguascalientes les permita consultar el Manifiesto de Impacto Ambiental correspondiente al proyecto mediante el cual, particulares pretenden fraccionar Cobos.
“Vamos a verificar a detalle el contenido de este manifiesto porque ya hemos tenido experiencias, en un caso similar que fue cuando se estuvo promoviendo el proyecto del Bicentenario, hubo también revisión del manifiesto y nos percatamos de que los listados de fauna por ejemplo eran evidentemente irregulares porque había un listado muy pobre e incluso dijeron que había especies exóticas que no existen”, dijo en entrevista Miguel Vázquez Sánchez, uno de los activistas que ha trabajado por la preservación de este sitio.
Agregó que ellos como activistas saben que hay casos en los que los promoventes no consultan o piden el apoyo de especialistas para la realización de estos documentos, para los cuales es esencial la participación interdisciplinaria de especialistas en materia de medio ambiente.
El oficio de solicitud fue firmado a nombre del Comité de Vigilancia Ambiental de la subcuenca Cobos-Pargas-San Francisco, pero a esta iniciativa se suman organizaciones como Movimiento Ambiental, Conciencia Ecológica y otros activistas involucrados con este tema.
El documento de solicitud fue entregado por los activistas el pasado 15 de enero haciendo uso de su interés legítimo y constitucional de consolidar y conservar el uso de suelo forestal del Bosque de Cobos.
Según el primer número de la Gaceta Ecológica 2018 de la Semarnat, publicada el pasado 11 de enero, el promovente Fideicomiso 10897 de Banco Interacciones Sociedad Anónima ingresó el 9 de enero de este año, el Manifiesto de Impacto Ambiental correspondiente al Fraccionamiento Los Cobos.
El resumen de dicho documento asegura que el proyecto consiste en el cambio de uso de suelo de terrenos forestales por 124.12 hectáreas con vegetación de matorral crasicaule que corresponden a la totalidad del predio denominado Cobos. La pretensión es urbanizar y construir un fraccionamiento popular de 11 mil nueve viviendas.
“Si hay la preocupación de que haya información parcial o en el peor de los casos incorrecta, algo que nos parece grave es que incluso ellos digan que las hectáreas de este proyecto no están dentro del Bosque de Cobos cuando no solamente sí está, si no que está en la parte núcleo, está en el corazón, en la rivera norte del Arroyo de Los Cobos que es parte de la microcuenca”.
Luego de que los activistas hagan la revisión del documento estarían en la posibilidad de solicitar una consulta pública para emitir opiniones respecto de este manifiesto de impacto ambiental, en donde lo mismo pueden participar especialistas y la ciudadanía interesada en el tema para que los promoventes puedan responder a las dudas y cuestionamientos.
“Ellos (los promoventes) han manifestado que no habrá gran afectación en el área, es claro para los que hemos realizado ahí investigaciones que evidentemente esto no es real, sí va a haber un impacto muy severo, no solamente en términos geológicos sino también hídricos”, comentó Miguel Vázquez.
Por lo pronto, las organizaciones están a la espera de que la Semarnat les permitan el acceso al manifiesto, una vez que ellos hayan hecho su revisión harán una lista de observaciones que se conjuntarán con las que surjan posteriormente de la consulta pública.
“Los interesados en este espacio tenemos que tener el derecho de que nuestras observaciones tengan el mismo peso que las del promovente e incluso reconsiderar las condiciones que se tienen para este proyecto”, dijo Vázquez Sánchez.
A principios del año pasado, los activistas entregaron a la alcaldesa Tere Jiménez un oficio solicitándole declarar el Bosque de Cobos como área natural protegida de carácter municipal.
Entre sus argumentos plantearon que según el Programa de Desarrollo Urbano 2040 y el Programa de Ordenamiento Ecológico del municipio de Aguascalientes, el Bosque de Cobos está ubicado en la Unidad de Gestión Ambiental número 32 que quedó dentro de la categoría de política de conservación.