COREY FELDMAN fue una de las estrellas infantiles más grandes de la década de 1980, pues apareció en las películasGremlins (1984),Los Goonies (1985) yCuenta conmigo (1986). En la pantalla generaba divertidos momentos cómicos, pero su vida real era indeciblemente oscura. A los 15 años demandó a sus padres para emanciparse. Libró una batalla extensa y finalmente exitosa contra su adicción a las drogas. Y dice que de niño fue acosado sexualmente por varias figuras poderosas de Hollywood.
Cuando estalló el escándalo de Harvey Weinstein, en octubre pasado, sus amigos instaron a Feldman: “Corey, hazlo ahora. Tienes que nombrar a estos tipos ahora”, comenta él aNewsweek. “Hice una declaración en Twitter diciendo que apreciaba a todas las mujeres que daban un paso al frente… pero no nombré a nadie. Cuando desperté al día siguiente, tenía 30,000 nuevos seguidores. Fue una locura”. De ahí pasó a acusar al actor John Grissom y Alphy Hoffman, dueño de clubes en la década de 1980, por abusar de él. También ha hablado del abuso al actor Corey Haim, su amigo difunto, cuya madre refuta algunas de las acusaciones de Feldman. “No estoy aquí para entablar una guerra con la madre de Corey”, menciona el actor. “Eso no ayudará a nadie. Solo quiero que ella halle un lugar en el que pueda sanar y aceptar [lo que] su hijo sufrió. La verdad es extremadamente dolorosa”.
—Además de la efusión de apoyo, ha habido reveses. ¿Cómo lidias con eso?
—A la gente le gusta traer a colación el periodo en que yo era niño, adicto a las drogas y actuaba como loco o lo que sea. Pero ¿qué hay de gracioso en ello? Fui un adicto porque había sobrevivido a que me agredieran, y era un dolor increíble. Ahora soy un hombre, me he recuperado, pero pienso que el simple hecho de que esté aquí molesta a mucha gente. No quieren preguntarse a sí mismos por qué sufrí todo eso.
—Dadas las historias que surgen ahora de adultos en el negocio del entretenimiento abusando de niños, ¿qué les dirías a los padres de actores juveniles?
—Les aconsejaría que nunca dejen a sus hijos sin atención. Jamás. Punto. No me importa si tienen 14 años y quieren ir a una fiesta con el elenco adulto; vas con ellos. No importa cuál sea la reputación de alguien o cuán exitoso sea. Sabiendo todo lo que sabes de la industria, en verdad creo que dejar a tu hijo solo en el estudio de grabación o en una fiesta es negligencia rotunda. Estoy financiando colectivamente un largometraje sobre la pedofilia y la victimización de niños en Hollywood. Sé que la mayoría de la gente no puede darse el lujo de aportar mucho, pero, honestamente, solo enviar mensajes con #IStandWithCorey o #PreserveInnocence ayuda. Varios de mis amigos de clase A han donado, pero la mayoría de las veces solo oigo grillos. Todos los ejecutivos de los estudios en los que trabajé antes actúan como si yo no existiera.
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek