Hace tiempo que sabemos que la estación espacial Tiangong-1 está fuera de control y va a estrellarse contra la Tierra muy pronto. Pero la fecha y la ubicación de dicho accidente han sido una especie de objetivo en movimiento a medida que pasan las semanas. Ahora, los investigadores se están enfocando en dónde va a aterrizar y también están más seguros sobre el momento.
Los investigadores han sabido durante meses que la estación iba a llegar a la Tierra en algún momento, como informó Newsweek, de enero o febrero de 2018. Al menos esa fue la predicción que se hizo en septiembre. China anunció que había perdido el control de la estación un año antes, en septiembre de 2016, y esperaba que la nave espacial aterrizara en cuestión de meses.
Esta semana, sin embargo, la Agencia Espacial Europea (ESA) afinó las estimaciones. “Debido a la geometría de la órbita de la estación, ya podemos excluir la posibilidad de que cualquier fragmento caiga sobre cualquier punto más al norte que 43ºN o más al sur que 43ºS”, dijo Holger Krag, Jefe de la Oficina de Desechos Espaciales de la ESA. “Esto significa que la reentrada puede tener lugar en cualquier punto de la Tierra entre estas latitudes, que incluye varios países europeos, por ejemplo”.
Y los informes actuales sugieren que es más posible que suceda en febrero, reduciendo el marco de tiempo al menos un poco.
Esa afirmación sugiere que la nave espacial podría aterrizar, después de que arda en su camino a través de la atmósfera, en muchos lugares de Europa y EE. UU., incluidas ciudades como Los Ángeles, Nueva York o Miami.
Pero a pesar de las imágenes violentas evocadas por el arriesgado aterrizaje forzoso de una estación espacial deshonesta, Andrew Abraham, un miembro de alto rango de la organización sin fines de lucro The Aerospace Corporation ha dicho que no hay nada de qué preocuparse: “Hemos estado teniendo un caso especial al examinar a Tiangong-1 debido al posible interés público y de los medios en una estación espacial que reingresa, no porque sea una reentrada particularmente peligrosa”, dijo Abraham a Newsweek.
A medida que la fecha probable se acerca, la ESA organizará una campaña para monitorear Tiangong-1, donde sea que aterrice. Aún así, predecir tanto el momento como el sitio del aterrizaje es aparentemente un asunto complicado.
“La fecha, la hora y la huella geográfica de la reentrada solo pueden predecirse con grandes incertidumbres. Incluso poco antes de la reinserción, solo se puede estimar una ventana temporal y geográfica muy amplia “, dijo Holger Krag, jefe de la Agencia Espacial Europea, en un comunicado.
Aunque hay mucho que la ESA no puede decir sobre Tiangong-1 todavía, parece que quieren tranquilizar al público sobre una cosa.
La declaración señala que “en la historia de los vuelos espaciales, nunca se han confirmado víctimas por la caída de los desechos espaciales”.
¿Hurra?
—
