Los ‘burro-cebra’ recuperarán su denominación de Patrimonio Cultural Inmaterial del estado de Baja California, dijo Roberto Lango, presidente de la asociación civil Uni2, que trabaja por la preservación de este animal en Tijuana.
Esto después de señalamientos que el Colectivo Abogados Animalistas de Tijuana, difundió la semana pasada, de que los ‘burro-cebra’ dejarían de ser considerados patrimonio cultural.
Se trata de burros que son pintados de blanco y rayas negras. Suelen encontrarse en la Avenida Revolución de Tijuana y se consideran un atractivo turístico. Si visita la ciudad, es tradicional tomarse una foto con ellos.
Y aunque fueron nombrados patrimonio cultural en 2014, el nombramiento se revocó por omisión en uno de los pasos del trámite.
Lo que hará la asociación, es presentar nuevamente la solicitud, y verificar que se notifique y convoque a representantes de la comunidad, “para que participen activamente con voz, pero sin voto dentro de la sesión de estudio de análisis respectivo”, según lo dispuesto en el artículo 31 de la Ley de Preservación del Patrimonio Cultural del Estado de Baja California, que anteriormente, no se realizó.
Además de que el nombramiento nunca fue publicado en el Diario Oficial del Estado, el requisito indispensable para su validación.
“Hay un orden de cómo debe establecerse un patrimonio y después de ‘n’ cantidad de trámites, el penúltimo no se llevó a cabo. El magistrado lo que está pidiendo es que se reponga el procedimiento, significa que tenemos el derecho de volver a presentar todo y resarcir esta omisión”, dijo el presidente de Uni2 este lunes en rueda de prensa.
Ahora verán para que el Instituto de Cultura de Baja California (ICBC) realice el procedimiento de declaratoria de patrimonio cultural.
A través de un comunicado, que Lango leyó frente a medios de comunicación, negó que su asociación pretenda legitimar la explotación del animal. Apunta que la solicitud se hizo para reconocer al burro-cebra como un ícono de la identidad tijuanense, dado que en esta ciudad “no hay pirámides, ni edificios coloniales”, y son escasas las figuras o monumentos que logren ese objetivo, dijo.
En cambio el ‘burro-cebra’: “ es la tradición más antigua, más longeva, con más de 100 años”, señala Roberto.
El presidente de Uni2 dijo que la denominación de Patrimonio Cultural, no les hace acreedores de recursos públicos, de modo que si no han explicado “el monto de los recursos […] y en qué medida el dinero de ‘todos’ sería utilizado”, es simplemente porque no lo hay, ya que el nombramiento es únicamente para reconocer al valor histórico del animal, según la explicación de Lango.
Sobre los comentarios que acusan de maltrato animal a quienes lucran con los burros pintados de cebra, Lango dice que en 2015, veterinarios de la Universidad Autónoma de Baja California (UABC) campus Mexicali, realizaron un estudio y determinaron que la calidad de vida de un burro cebra era superior a la que estimaban.
Mientras un burro dedicado a la carga vive entre cinco y siete años, los ‘burro-cebra’ de Tijuana tienen esperanza de vida promedio de 20 años, porque viven en casa y son “como parte de la familia”, según Lango.
Actualmente, quedan solo ocho ejemplares en la avenida Revolución, siendo que a inicios de los años 30, se contaban entre 45 y 60.
De acuerdo a Uni2, 30 familias tijuanenses dependen de la actividad que realizan con ellos.