CASI 60 AÑOS han pasado desde que la peruana Tania Libertad cantó su primera canción en público. Después de ser nombrada artista para la paz por la Unesco, en 1997, se propuso como encomienda propia ser difusora de la cultura, la tolerancia y la paz. A través de su música, busca que las personas tomen conciencia de los hechos por los que atraviesa el mundo.
“Yo creo que nadie se esperaba que en el mundo iban a volver estas etapas de racismo, discriminaciones, todo tipo de vejaciones, asesinatos, violencia y cosas injustas. Creíamos que estábamos en el camino al peace and love(…) pero ahora tenemos que volver a ser guerreros de la canción y, desde nuestra trinchera, denunciarlo todo”, dice la ganadora del Grammy Latino a la Excelencia Musical en entrevista con Newsweek en Español.
“No habíamos vivido momentos de tanto radicalismo, eso inspira que la gente componga”, relata Tania Libertad, quien se presentará en el Teatro de la CDMX, el próximo 26 de mayo, en un doble tributo. Por una parte, festejará los 99 años del teatro y, por otra, realizará un homenaje a la cantautora chilena Violeta Parra en conmemoración al centenario de su nacimiento.
“Hay que estar más unidos que nunca. No puedo entender cómo se siguen destapando actos de corrupción, escapándose delincuentes de las cárceles y las compañías haciendo transas”, dice la versátil cantante mientras relata que homenajea a Violeta por ser una mujer “tremendamente comprometida con sus tiempos, con lo vivido con su gente y las diferencias sociales. Fue una mujer muy honesta que, creo, no fue recompensada cuando vivió”.
Lo mío es cantar y transmitir mensajes y emociones a través de las canciones, dice Tania, mientras en broma menciona que le gustaría vivir hasta ver que el mundo se componga, “pero no creo que me queden muchos años para ver eso”.
FOTO: ANTONIO CRUZ/ NW NOTICIAS.
—¿Cómo contrarresta la música al desánimo social?
—Tratando de darles un poquito de apapacho, un abrazo con nuestras canciones, y hacer que a la mayor cantidad de gente posible le llegue un mensaje de esperanza.
—¿Qué opinión tiene de la música de las nuevas generaciones?
—Creo que como en todas las épocas hay espacio para todos, creo enormemente en la libertad y todos tienen derecho a expresarse. Aunque no soy dada a criticar ningún género, lo que me preocupa es que el reguetón está durando mucho, bueno, es una broma, pero lo importante es que haya gente expresando cosas importantes en sus letras. El reguetón manda mensajes un poquito superficiales y sus ritmos se pueden aprovechar perfectamente para dar un mensaje más positivo a la sociedad.
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—¿Cuál fue el último artista mexicano que te conmovió?
—Una de las personas que más me conmovía era Chavela Vargas, me conmueven mucho los intérpretes, no solo los que tienen bella voz, sino los que se preocupan por decir y emocionarte. Las mujeres han venido empujando fuerte, han tenido mucho éxito, sobre todo las jóvenes como Mon Laferte, Carla Morrison, Natalia Lafourcade y Julieta Venegas, que fue un poco la iniciadora de este movimiento.
—¿Cuál fue la última canción que te enamoró?
—Un vals muy antiguo que cantaba cuando era niña y lo volví a cantar hace un mes en Perú, se llama “Nunca me faltes”, esa canción me llegó al alma porque no la había vuelto a cantar desde que era niña.
—Si hoy fuera tu último concierto, ¿con qué canción te despedirías?
—A mí no me gusta despedirme, pero si tuviera que cantar una última canción sería el “Avemaría”, porque además le subí un tono más alto del que la cantan las sopranos, porque ese color de voz me hace conectar con la gente.
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