Después de un sexenio de estar detenida la obra del rastro TIF para
bovinos de la Unión Ganadera Regional General Hidrocálida (UGRH), su titular
José de Jesús Guzmán de Alba está haciendo gestiones con el gobierno estatal y
municipal con miras a que a principios del año entrante puedan retomarla para
concluirla.
El proceso para continuar la construcción del rastro no puede
retomarse de inmediato por diversas razones, entre ellas que existe una demanda
pendiente interpuesta por Gobierno del Estado contra la UGRH argumentando que
el terreno se había donado con un fin que no se estaba cumpliendo, sin embargo,
poco antes la obra había sido cancelada por el propio gobierno.
Guzmán de Alba puntualizó que este es uno de los aspectos que están
negociando con la autoridad con el fin de llegar a un acuerdo, donde se
establezca un plazo para la conclusión de la obra y así finiquitar la demanda a
través de las vías legales. Hasta el momento al parecer han encontrado buena
disposición de parte de las autoridades para destrabar este asunto.
“No es lo rápido que todos quisiéramos porque las cuestiones legales
no se resuelven tan rápido, son procesos complicados, pero vamos muy bien con
toda la intención del gobernador”.
La inversión que se hizo en el rastro a principios de la
administración de Carlos Lozano -en el 2010- fue de alrededor de 40 millones de
pesos invertidos, 10 millones de SAGARPA, 10 millones del Gobierno Estatal y 20
millones más de la UGRH de los cuales 17 millones correspondieron a un préstamo
del FIADE que no ha sido cubierto porque el compromiso fue pagarlo con los
recursos generados cuando el rastro estuviera en funciones. Este tema del
adeudo fue motivo de otra denuncia que el gobierno interpuso contra la unión.
En su momento les faltaban 10 millones de pesos para concluir la obra
que desde la perspectiva del presidente de la UGRH, tras seis años de tardanza,
esta cantidad podría triplicarse.
Fue durante la administración de Luis Armando Reynoso
Femat cuando la UGRH recibió en donación un terreno ubicado en la salida a
Calvillo, a alrededor de 500 metros del CERESO, donde se empezó la construcción
de lo que sería el rastro TIF que fue detenido por el gobernador Carlos Lozano
de la Torre, desde el primer año de su gestión. La obra de construcción del
rastro tiene un avance del 70 por ciento y más de un 80 por ciento en lo
referente a equipamiento. La UGRHA espera que a finales de este mes tenga el
borrador de un convenio para hacer las gestiones correspondientes en la segunda
mitad del año y que a principios de 2018 se pueda retomar la construcción.