Amigos, socios, pero —parado?jicamente— desconocidos. Asi? es la relacio?n que por ma?s de 40 an?os han mantenido Me?xico y la Repu?blica Popular China, dos pai?ses tan lejanos en distancia como en trato y costumbres.
Esa relacio?n, sin embargo, podri?a ser modificada sustancialmente con motivo de la visita que el presidente chino Xi Jinping empren- dio? por tres pai?ses latinoamericanos (Trinidad y Tobago, Costa Rica y Me?xico) en busca de fortalecer “la confianza” y, por supuesto, su cooperacio?n en materia econo?mica con estas tres naciones del continente americano.
Hace poco ma?s de 40 an?os, en febrero de 1972, Me?xico y la Repu?blica Popular China formalizaron sus lazos diploma?ticos. Ese acuerdo, firmado en la sede de NU, dio pie a que se establecieran las embajadas en ambos pai?ses y que el entonces presidente mexica- no Luis Echeverri?a A?lvarez se reuniera con Mao Tse Tung en Peki?n, un acontecimiento histo?rico que no contaba con la aprobacio?n de Estados Unidos ni de gran parte del mundo occidental.
Pero tuvieron que pasar casi 30 an?os para que entre Me?xico y China hubiera una verdadera relacio?n comercial.
“Posiblemente la lejani?a y un insuficiente conocimiento actualizado de ambos pai?ses ha obligado a llevar una relacio?n con cautela que no ha permitido detonar el potencial que se encuentra latente”, escribio? hace poco Rau?l Lomeli? Rodri?guez, periodista y empresario, quien siguio? muy de cerca los primeros acercamientos entre Me?xico y el gigante asia?tico. “Cuarenta an?os de actividades informativas, comerciales, turi?sticas y amistosas con la Repu?blica Popular China nos muestran elementos y situaciones que inciden en el limitado progreso en la actividad comercial y cultural entre ambos pai?ses”, asegura Lomeli? Rodri?guez en un texto que forma parte de una com- pilacio?n de arti?culos y ensayos titulada 40 an?os de la relacio?n entre Me?xico y China, acuerdos, desencuentros y futuro, publicado en 2012 por la Facultad de Economi?a de la UNAM bajo la coordinacio?n de Enrique Dussel Peters.
Pero si bien esa lejani?a se refleja en aspectos sociales y culturales, el acercamiento econo?mico entre ambas naciones se disparo? a tal grado en an?os recientes que hoy China es el segundo socio comercial de Me?xico, y los gobiernos de ambos pai?ses au?n quieren ma?s.
China es el segundo socio comercial de Me?xico, aunque la balanza se inclina hacia el lado asia?tico. “En 2006, China fue el destino de 0.7 por ciento de nuestras exportaciones”, dice la Secretari?a de Relaciones Exteriores de Me?xico en un comunicado, “pero nuestra segunda fuente de importaciones, con 9.5 por ciento del total”. Me?xico envi?a a China autopartes y productos qui?micos, principalmente, y le compra a los asia?ticos partes electro?nicas para ensamble. Y por alli? vienen los grandes cambios en la poli?tica de intercambio entre ambos pai?ses, coinciden en sen?alar los analistas.
Y es que de la visita de Xin Jiping a Me?xico se esperaba —desde el momento en que se hizo oficial la visita del Presidente chino a su contraparte mexicana, Enrique Pen?a Nieto— un importante discurso, aunque de manera oficial no se adelanto? su punto central. Pero los expertos coinciden en que parte importante de la reunio?n sera? el encontrar una manera de distender la fuerte competencia que tanto Me?xico como China tienen por colocar sus productos en el mercado estadounidense. El propio presidente Xi Jinping, al anunciar su visita al continente americano, dijo que China “ha incrementado su escala de inver- sio?n en Me?xico”, y que “el gobierno chino continuara? impulsando y apoyando a empresas chinas competitivas para participar de mane- ra activa en la construccio?n de la infraestructura mexicana, y apoyar proyectos de ambos pai?ses para conducir operaciones en la indus- tria minera, de energi?a, del sector manufacturero, telecomunicaciones y agricultura”. La visita, adema?s, sirve para que el presidente chino, quien goza de buena popularidad en su pai?s, se promueva poli?ticamente en el continente americano. Jinping, considerado un poli?tico moderado, llego? al cargo de secretario del Partido Comunista Chino en noviem- bre de 2012, y fue nombrado presidente de su pai?s apenas en marzo pasado.
Casado con la popular cantante Peng Liyuan, el mandatario ha fomentado en tiempos recientes la idea de un “suen?o chino” como motor de impulso de la sociedad china. “Hay que atreverse a son?ar”, insiste Jinping ante estudiantes, mujeres y empresarios de su pai?s. “Solo cuando entrelacen sus suen?os personales con la gran causa de la nacio?n y construyan la plataforma de esfuerzos personales con base en la causa del pai?s, se hara?n realidad sus suen?os personales”.