En las elecciones de 2006, Hugo Chávez ganó con un margen de 26 %. De manera que en este sexenio que corre, cuando tuvo a su favor un aumento sin precedentes del precio del petróleo, cuyas ganancias, además de destinarlas al apoyo de sus gobiernos aliados en la región, fue invertida en favorecer con dádivas a buena parte de los venezolanos más desposeídos, y sin embargo, ha perdido un 16 % de los votantes.
La campaña electoral de Hugo Chávez en este 2012 se basó en la descalificación y las ofensas al candidato de “la burguesía”, Henrique Capriles. Y utilizó el terror al reiterar que si la oposición ganaba las elecciones podría haber una guerra civil en el país. No dijo quién iniciaría esa guerra. Pero con esto debe haber bastado para lograr el efecto que pretendía: una guerra es la amenaza que con más pavor recibe una población. Nadie desea una guerra.
En sus declaraciones de esta noche de su victoria, el mandatario venezolano ha declarado a voz en cuello que ganó “la patria”, que el pueblo demostró su preferencia por su socialismo. Bueno, entonces debemos suponer que la patria venezolana está compuesta por el 54,42 % de su población y que solamente los 7.444.082 votantes que le dieron su preferencia desean su socialismo. ¿Qué hará Hugo Chávez con los 6.151.544, el 45 %, que no votó por él?
El temor de muchos analistas políticos es que Chávez, como ha prometido, aproveche su próximo período como gobernante para radicalizar su chavismo-castrismo-estalinismo. Pero eso, ahora, queda en duda. ¿Podrá hacerlo con solamente un margen a favor de 1.292.538 ciudadanos?, ¿con un 45 % en contra?
La rectora del Consejo Nacional Electoral (CNE), Tibisay Lucena, informó que hubo un 80,94 % de participación en las elecciones presidenciales. Estos comicios han tenido “una de las más altas participaciones de las últimas décadas. Queremos felicitar a todos los electores y electoras que salieron hoy a votar”, dijo en su mensaje al país.
En una comparecencia ante los medios para reconocer su derrota electoral, Capriles ha dicho que “para saber ganar hay que saber perder”.
“Para mí lo que el pueblo diga es sagrado. Quiero agradecer a los más de seis millones de venezolanos que hoy me dieron su confianza. Quiero decirles que cuentan conmigo, que estoy a su servicio. Pero también los otros venezolanos que votaron por una opción distinta”, añadió.