
UN SOLDADO, IDENTIFICADO COMO QUORNELIUS RADFORD, abrió fuego este miércoles en una base militar de Georgia, Estados Unidos, e hirió a cinco de sus compañeros antes de ser detenido, según las autoridades. El sargento de 28 años ya tenía un arresto previo por conducir bajo los efectos del alcohol en mayo.
La policía recibió una llamada a las 10:56 horas y detuvo al tirador a las 11:35, informó Fort Stewart, base del ejército de tierra en Georgia, en un mensaje en redes sociales.
“Cinco soldados fueron alcanzados por disparos. Ya no hay peligro activo. Todos están en condición estable y se espera que se recuperen”, dijo John Lubas, comandante de la tercera división de infantería basada en Fort Stewart.
El general identificó al presunto responsable como Quornelius Radford, cuyos motivos para disparar aún se desconocen. En contexto, Fort Stewart alberga aproximadamente a 21,000 soldados y alrededor de 10,000 personas residen allí, según su sitio oficial.
El presidente Donald Trump calificó el tiroteo de “atrocidad” y el secretario de Defensa, Pete Hegseth, describió el incidente como una “cobardía”. Con más armas de fuego en circulación que habitantes, Estados Unidos registra la tasa de mortalidad por arma de fuego más alta de todos los países desarrollados.
Tan solo en 2024 más de 16,000 personas, sin contar los suicidios, perdieron la vida por armas de fuego, a tenor de la oenegé Gun Violence Archive. Un elemento sobresaliente del caso, es que el arma utilizada en el tiroteo no era de uso militar. De las cinco víctimas, dos fueron trasladadas al Centro Médico Universitario Memorial Health en Savannah después del ataque, mientras que las otras tres fueron atendidas en un hospital del ejército.
Los cinco soldados que resultaron heridos todavía no han sido identificados. El sospechoso del tiroteo es de Jacksonville, Florida, y se alistó para unirse al ejército hace poco más de siete años, dijeron las autoridades.
Sin embargo, no es la primera vez que sucede algo así en bases militares estadounidenses. En 2009 un psiquiatra del ejército abrió fuego en Fort Hood, Texas, matando a 13 personas e hiriendo a más de 30. Cuatro años después, en 2013, un contratista de defensa y exreservista de la Marina disparó a 12 personas en el Astillero Naval de Washington antes de morir en un tiroteo con la policía.
En 2014 otro tiroteo en Fort Hood dejó tres militares muertos y más de una docena de heridos, antes de que el pistolero se quitara la vida. En 2019 un estudiante de aviación también abrió fuego dentro de un aula en la Estación Aérea Naval de Pensacola, Florida. N
(Con información de agencias y Newsweek Internacional)