

A pesar de que las universidades públicas y privadas en la entidad disponen de los marcos normativos necesarios para prevenir y atender la violencia de género, la Secretaría de Educación de Guanajuato (SEG) reconoció que existe una brecha crítica entre la teoría y la práctica: los protocolos no se están aplicando correctamente.
Aldelmo Emmanuel Reyes Pablo, subsecretario de Educación Media Superior y Superior, señaló que el problema no radica en la ausencia de reglas, sino en quienes deben ejecutarlas, lo anterior luego de que se evidenció el caso de Isabella, exalumna de la Universidad La Salle Bajío, quien sufrió agresiones y revictimización, hechos que fueron evidenciados por el colectivo Las Libres y ratificados por un tribunal federal.
El funcionario estatal dijo que el desafío de la implementación. Recordó que desde el año pasado el Gobierno del Estado dotó a las instituciones de herramientas y lineamientos, diseñados en conjunto con la Secretaría de la Mujer y especialistas, para abarcar desde micromachismos hasta violencias normalizadas. Pero la operatividad recae enteramente en el personal de cada plantel.
“La normativa puede estar ahí, pero son las personas las que no implementan correctamente estos protocolos; a veces son los procesos administrativos internos los que retrasan o complican la puesta en marcha”, puntualizó.
El subsecretario calificó como intolerable cualquier agresión de este tipo, destacó la disposición de la universidad para corregir el rumbo y garantizar la no repetición de estos hechos lamentables.
Finalmente, la autoridad educativa subrayó que el objetivo inmediato es pasar de la capacitación, que ya se ha brindado a tecnológicas, politécnicas y normales, a la garantía de resultados. Además, aseguró que reforzará el acompañamiento para monitorear que la aplicación de los protocolos sea expedita y sirva realmente para proteger a las víctimas, evitando que los mecanismos de defensa se queden solo en el papel.