Una iglesia en Indiana, Estados Unidos, encerró en una jaula las estatuas de María, José y el niño Jesús como protesta a la política de “cero tolerancia” a la inmigración impuesta por el presidente Donald Trump.
El reverendo Stephen Carlsen dijo al IndyStar que esta acción es una crítica a la separación de familias en la frontera y a retención de niños. “Sé lo que dijo la Biblia. Se supone que debemos amar a nuestros vecinos como a nosotros mismos”, explicó.
Carlsen dijo a Newsweek que la exhibición se colocó en el jardín de la iglesia el lunes por la noche para que la gente que acude trabajar pueda verla a primera hora de la mañana. Señaló que, aunque nunca antes había hecho algo como esto, consideró que exhibir a las estatuas así era importante.
“Nuestra principal motivación como iglesia proviene de los valores religiosos. Tratamos a nuestros vecinos de la forma en que queremos ser tratados, y tratamos a nuestros vecinos como a nosotros mismos”, dijo.
A new display outside of @CCCathedralIndy is bringing awareness to the “zero tolerance” immigration policy. Jesus, Mary and Joseph are now in “ICE detention.” #EveryFamilyisHoly #CadaFamiliaEsSagrada pic.twitter.com/jgtmEvH6Sf
— Ryan Liggett (@RyanLiggettNews) 3 de julio de 2018
El reverendo cree que la imagen es poderosa y ha provocado que las personas de la comunidad debatan el tema de la política de inmigración en Estados Unidos.“Las personas en los centros de detención solo están tratando de hacer una vida mejor para sus hijos y un lugar seguro y confiable para sus familias”, dijo al medio.
“Cada familia es sagrada. La historia de la sagrada familia se trata de una pareja sin hogar que tuvo que dar a luz a su hijo en un granero, y tuvo que huir para buscar seguridad “, señaló Carlsen a Newsweek.
Desde mayo pasado hasta mediados de junio, 2,300 niños habían sido separados de sus padres detenidos cuando cruzaban la frontera como resultado de la política “tolerancia cero” a la inmigración ilegal aplicada por el gobierno de Trump.
El presidente estadounidense fue blanco de críticas por esta medida dentro y fuera de Estados Unidos y tras conocerse las condiciones en que los menores estaban en albergues.
Hace dos semanas, bajo una fuerte presión, Trump decidió poner fin a las separaciones de familias de migrantes, cuyos hijos quedaron dispersos en albergues de todo el país.
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Con información de Newsweek