La cima del monte Everest es el sueño de cualquier alpinista. En la última década el número de visitantes en la montaña ha incrementado y con ello, los desperdicios que quedan ahí. En poco más de dos meses las autoridades chinas han retirado más de 8.5 toneladas de basura de la cordillera.
Los trabajos de limpieza iniciados en abril por las autoridades chinas han recolectado 2.3 toneladas de heces humanas, 5.24 de desperdicios domésticos y una de equipos de alpinismo, según un primer balance hecho público por el diario oficial ‘Global Times’.
Un equipo de 30 personas han llevado a cabo estos trabajos en la montaña, situada en la frontera entre Nepal y Tíbet.
La basura fue retirada entre 5,200 metros y 6,500 metros sobre el nivel del mar, dijo este jueves Penma Trinley, vicedirector de la Asociación de Montañismo Tibetana –el instituto a cargo de las operaciones de limpieza– a Global Times.
Ma Liyamu, un escalador chino que dirigió un equipo hasta el monte, dijo que “cuanto más se sube, menos basura doméstica se encuentra y hay más equipo de alpinismo como cilindros de oxígeno, tanques de gasolina y tiendas de campaña”.
La limpieza a 8,000 metros sobre el nivel del mar “es casi tan exigente como abordar la cumbre”, dijo Ma al Global Times.
La limpieza se ha llevado a cabo diariamente este año, y la cantidad de basura está documentada por los reguladores ambientales.
La temporada de escalada en el pico de 8,848 metros en la Región Autónoma del Tíbet del suroeste de China comienza a finales de marzo y termina a finales de mayo en la cara norte.
“Ahora que tenemos un equipo ambiental, somos mucho más eficientes”, dijo Penma a la Agencia de Noticias Xinhua.”No tenemos que esperar un año para procesar la basura”.
Para promover la limpieza, la oficina regional de deportes del Tíbet entrega dos bolsas de basura a cada equipo de escalada.
Cada escalador que desciende de la montaña debe recolectar al menos 8 kilogramos de basura. Si traen menos, son multados con 100 dólares por cada kilogramo no cubierto, dijo Penma.
Sin embargo, nadie ha sido multado este año ya que los escaladores generalmente son muy conscientes de la protección del medio ambiente y tienden a reducir aún más el desecho de lo solicitado.
La mayoría de los residuos de montañismo se pueden reciclar, ya que algunos tienen un sello que se puede convertir en un recuerdo turístico, señaló.