Los costos de salud no reconocidos de la condición femenina son más altos de lo que podrías imaginarte.
EL ROSADO NO ES TAN LINDO
Mujeres y hombres viven experiencias distintas en las farmacias. Debido al llamado “impuesto rosa”, que aplica prácticamente en todo el mundo, las consumidoras pagan, en promedio, 13 por ciento más que los hombres, mientras que el champú y el acondicionador comercializado para mujeres cuesta 48 por ciento más que los mismos productos para hombres.
UN “PERIODO” DE CAMBIO
¿Acaso las mujeres deben pagar impuestos por los artículos menstruales? Muchas opinan que no; y sus voces empiezan a escucharse poco a poco. Por ejemplo, en Estados Unidos tres estados (Arizona, Nevada y Virginia) tienen legislaciones pendientes para exentar los tampones del impuesto de venta; otros nueve (Connecticut, Florida, Illinois, Maryland, Massachusetts, Minnesota, Nueva Jersey, Nueva York y Pennsylvania) ya lo hicieron.
PRUEBAS Y MÁS PRUEBAS
Muchas veces las mujeres gestantes no tienen manera de saber si el fármaco que necesitan es seguro para su bebé en desarrollo. Desde 1980, menos de 10 por ciento de los medicamentos aprobados han sido completamente investigados para administrarlos con seguridad durante el embarazo. En un esfuerzo para corregir esta situación, más de 100 empresas están estudiando e investigando el riesgo de defectos congénitos vinculados con ciertos fármacos.
MENOS UTILIDADES
Según un informe de PayScale, compañía para investigación de empleos, 10 por ciento de las nuevas madres deja el trabajo para cuidar de sus hijos, respecto de 2 por ciento de los nuevos padres. Esa ausencia tiene un costo: dedicar un año a la crianza para luego volver a la fuerza de trabajo se traduce en un salario 7.3 por ciento más bajo.
CONCEBIR LO IMPOSIBLE
Más de 10 por ciento de las estadounidenses tienen problemas para quedar embarazadas. Pero, en adelante, quienes recurran a tratamientos de fertilidad podrían encontrar ayuda a través de la cobertura médica. Quince estados han implementado legislaciones que exigen que las aseguradoras cubran dichas intervenciones o, al menos, divulguen la opción. En otros seis (Arizona, Connecticut, Hawái, Illinois, Maryland y Massachusetts) ya es obligatoria la cobertura para la fecundación in vitro.
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek