SERIE CAMINO ELECTORAL
Los electores de cada distrito en Baja California podrán escoger entre cinco candidatos a diputados y 10 aspirantes a senadores, y aunque esa lista aparenta diversidad en la boleta, muchos nombres forman parte de grupos que favorecen a un mismo círculo.
El analista político, Benedicto Ruiz, dice que estas corrientes políticas existen para ayudarse a llegar al poder o negociar con los grupos del gobierno en turno.
Por eso, Newsweek en Español Baja California presenta una guía sobre los personajes que vamos a encontrar el próximo primero de julio.
El objetivo es transparentar la relación que mantienen algunos de los candidatos con diferentes figuras de poder, para ofrecerle al lector información que abone a una mejor comprensión del escenario político en la región.
“Es parte del conocimiento que debemos tener como ciudadanos”, dice Víctor Alejandro Espinoza, Director del Departamento de Estudios de Administración Pública en El Colegio de la Frontera Norte (El Colef).
Varios de los candidatos que hoy buscan el voto popular han ocupado cargos públicos y se relacionan de forma continua con al menos una figura de la élite política. Incluso hay algunos que han ganado candidaturas o puestos a través de más de un partido.
Saber a qué grupos o corrientes políticas pertenecen es un punto de partida porque así se organizan y funcionan los partidos.
Del Partido Revolucionario Institucional (PRI) se desprenden grupos como el hankista y castrotrentista. En el Partido Acción Nacional (PAN) podemos encontrar a los kikistas y en Morena, al de Bonilla, por mencionar a los grupos más fuertes.
“Para poder definir que un grupo existe, debe que tener una vida interna fuerte, es decir que se reúna, proponga, intervenga, participen, si no, no podemos llamarle grupo”, dice Ruiz.
Conocerlos importa, porque cada vez que gana un partido, el grupo que está mejor relacionado es el que ocupa las posiciones más importantes y el que desplaza, aunque sean del mismo partido, según Espinoza.
A nivel gubernatura, Espinoza vio que en 2013, el grupo kikista, encabezado por Francisco Vega, desplazó al del también panista, José Guadalupe Millán.
“Incluso [el de Millán] es el grupo que está apoyando a Margarita Zavala y el del gobernador a Ricardo Anaya”, dice Espinoza.
Otro ejemplo es el del actual Secretario de Gobierno, Francisco Rueda, que de acuerdo a Ruiz, forma parte del grupo Palaco, una corriente del PAN en Mexicali.
“El papel del grupo es negociar puestos y tener cierta influencia. La esposa de Rueda es candidata a Senador en la primera fórmula”, dice Benedicto Ruiz, sobre Gina Cruz, que va acompañada por Jorge Ramos Hernández.
Ruiz observa que la mayoría de los candidatos panistas son cercanos al gobernador del estado, sin embargo, considera que los grupos blanquiazules no son rivales, sino aliados para promover a ciertos candidatos en un periodo, y otros en el siguiente.
“Piensan a largo plazo. Yo te apoyo ahorita pero tú me apoyas para la otra elección. Hacen ese tipo de acuerdos”, agrega.
Carlos Aguirre Amparano, dirigente estatal del PAN en Baja California, niega que existan estos acuerdos.
“Los candidatos que postuló el PAN fueron electos por una elección democrática”.
Aunque en algunos distritos, los militantes de ese partido no tuvieron más de una opción para elegir por quién votar.
Los politólogos coinciden en que la selección de candidatos no suelen ser el resultado de un proceso democrático, porque los grupos que gobiernan en cada partido no dejan contender a figuras ajenas a sus círculos cercanos.
Los kikistas, que representan al grupo dominante dentro del PAN, además han sido vinculados a grupos de otros partidos.
De acuerdo a Víctor Espinoza, Vega de Lamadrid ganó la gubernatura sacando provecho a la rivalidad de dos grupos priistas, el hankista de Jorge Hank Rhon y el castrotrentista, de Fernando Castro Trenti, que era el candidato del partido tricolor en 2013.
“Tijuana es en donde tiene más influencia Jorge Hank Rhon. Ahí, el candidato a la alcaldía ganó con el mismo número de votos que necesitaba Castro Trenti para ser gobernador. Ahí se ve claramente que efectivamente, hubo una alianza”, dice Espinoza.
Tras asumir la gubernatura, Francisco Vega sumó a su gabinete a la priista Juana Pérez Floriano. Hoy compite por el Senado, pero en la fórmula del PRI.
Lo que hace ver a Hank Rhon como una figura fuerte, es su poder económico, de acuerdo al analista. “Eso les permite movilizar fracciones o grupos importantes del partido”, dice.
Y la mayoría de los nombres priistas que se enlistan en las candidaturas de 2018, son también colaboradores cercanos de ese personaje político.
“En el PRI es el grupo básicamente de Jorge Hank Rhon, incluso el coordinador de la campaña de Meade, Carlos Barboza, es de este grupo”, dice Espinoza.
David Ruvalcaba, dirigente estatal del PRI en Baja California, dice que todos los partidos políticos están conformados por grupos y Jorge Hank encabeza uno de varios.
“Hizo lo posible por tener representación y la tiene igual que otros compañeros por ser de otras corrientes. A lo mejor no se nota tanto porque no se llaman Jorge Hank”, dice Ruvalcaba.
Rechaza que Hank haya influido más que cualquier otro militante del PRI.
“No porque tengan relación con él no van a tener la oportunidad”.
Morena tampoco se salva de figuras que arrastran la sombra de Hank. Un caso es Luis Javier Algorri, suplente del candidato Mario Ismael Moreno, que contiende por el quinto distrito con Morena.
Algorri fue secretario de Seguridad Pública en la administración de Jorge Hank Rhon, e incluso fue encargado de seguridad en Grupo Caliente, alrededor de un año atrás.
Aunque Espinoza opina que la relación entre ambos políticos ya es solo un recuerdo.
“Mi percepción es que Algorri sí rompió con Hank. Se han alejado”, dice el investigador del Colef.
Otro candidato distanciado del grupo de Hank Rhon es David Saúl Guakil, que compite por el Movimiento Ciudadano, aliado al PAN.
Y en otros partidos también ha habido rupturas.
“Lo mismo Javier Castañeda Pomposo. Yo lo veo también alejado del PAN”, dice Espinoza, sobre el candidato a diputado del sexto distrito por el Partido Encuentro Social, que va en alianza con Morena, y que es hermano del diputado local panista Raúl Castañeda Pomposo.
“Se les dice chapulines, pero mira, la gente cambia, las circunstancias cambian. No tienen por qué quedarse en un partido toda la vida solo para dar una imagen de coherencia”, agrega el académico de Colef.
A Morena se han sumado personalidades de todos los partidos políticos y esto ha despertado dudas entre los electores que buscan una figura “diferente” al PRI y PAN, los únicos partidos que han gobernado en el país.
Pero Jaime Bonilla, candidato a senador y dirigente estatal de Morena en Baja California, dice que esto no representa un conflicto para los ideales del partido.
“Mientras entiendan que los estatutos de Morena se van a respetar, no importa si vienen del PRI o del PAN, todos son mexicanos”, dice Bonilla.
“Para empezar López Obrador viene del PRI, si no participaran los políticos en otros partidos entonces de donde va a salir las gentes”, agrega.
Al respecto, Benedicto Ruiz encuentra que la apertura de ese partido hacia ex militantes de otras banderas puede tener “grandes rendimientos”, pero también el potencial para generar conflicto.
“En el momento en que ganen, va a llevar a una crisis por la multiplicidad de grupos. Hay una dosis muy alta de oportunismo político en los grupos que están llegando”, afirma Ruiz.
Los chapulines saltan en todos los partidos y a veces acceden a dar el brinco de un partido conservador a uno progresista y viceversa.
Los ideales no son el motor de algunos personajes políticos, según Ruiz.
Esta opinión contrasta con la de Espinoza, quien dice que cambiar de partido no es necesariamente un aspecto criticable.
“La gente cambia. Avanza o retrocede, y según esas circunstancias adopta o adapta posiciones diferentes”, dice.
Incluso ve valor en que algunos decidan renunciar a sus partidos si estos cambian de principios.
“Por ejemplo, el PRD de los años 80, al de hoy, no tiene nada que ver”, asegura el académico. Recuerda que ese partido que inició en la izquierda, nació del rompimiento de algunos con el PRI, aunque hoy va en coalición con el partido de derecha, Acción Nacional.
El tiempo descubre sus motivaciones, y la experiencia que estos acumulan en sus trayectorias permite el análisis de cada elector.
Conocer las decisiones que estos políticos han tomado y las amistades o asociaciones que han cultivado es, además de sus propuestas, un punto a considerar para votar informado.
Nombres vemos, jefes políticos, aquí lo sabremos.
Con información de Krystel Gómez, Daniel Ángel Rubio, Eduardo Rivera Scott, Armando Castillo, Jaime Delgado, Horacio Peña y Marco Tulio Castro.