A partir de enero, Japón intentará extraer minerales de tierras raras del fondo oceánico, en lo que será la prueba más profunda realizada hasta ahora, según informaron este jueves 3 de julio los encargados de un programa gubernamental de innovación.
A comienzos de esta semana, Japón expresó su compromiso de trabajar junto con Estados Unidos, India y Australia para asegurar un suministro constante de minerales esenciales, ante la preocupación por el dominio de China sobre estos recursos estratégicos para las tecnologías emergentes.
Las tierras raras, donde existe un grupo de 17 metales difíciles de obtener de la corteza terrestre, forman parte de una amplia gama de productos, como vehículos eléctricos, discos duros, turbinas eólicas y misiles.
Un barco japonés de perforación científica en aguas profundas, llamado “Chikyu”, realizará a partir de enero un “crucero test” para recuperar sedimentos del fondo oceánico que contengan elementos de tierras raras, afirmó Shoichi Ishii, director del Programa Interministerial de Promoción de la Innovación Estratégica de Japón.
“La prueba para recuperar sedimentos a 5,500 metros de profundidad es la primera del mundo. Nuestro objetivo es probar el funcionamiento de todos los equipos de minería, por lo que la cantidad de sedimentos extraídos no importa”, comentó Ishii a la agencia de noticias AFP.
El barco Chikyu perforará en aguas japonesas en torno a la remota isla de Minami Torishima, en el océano Pacífico, el punto más oriental de Japón, utilizado también como base militar.
UN TEMA GEOPOLÍTICO: JAPÓN EN BUSCA DE MINERALES
La misión pretende extraer 35 toneladas de lodo del fondo marino en unas tres semanas, según el diario económico japonés Nikkei. Se espera que cada tonelada contenga unos dos kilogramos de minerales de tierras raras.
La explotación minera de los fondos marinos se ha convertido en una cuestión geopolítica de primer orden, con la creciente preocupación por la iniciativa del presidente estadounidense, Donald Trump, de acelerar esta práctica en aguas internacionales.
Desde abril, Pekín exige licencias para exportar tierras raras desde China, una medida que se considera una represalia por las restricciones estadounidenses a la importación de productos del gigante asiático. N
(Con información de agencias)