El soundtrack de Amores perros (2000), la ópera prima de Alejandro González Iñárritu, es mucho más que una simple banda sonora: es una pieza clave en la narrativa de la película, que captura la energía cruda, caótica y emocional de la capital mexicana, el Distrito Federal del nuevo milenio, porque en ese entonces no existía como “CDMX”. Con una mezcla de rock alternativo, electrónica, trip-hop y sonidos urbanos, el álbum se convirtió en un referente musical para el cine latinoamericano de los años 2000.
UNA FOTOGRAFÍA EMOCIONAL DEL D.F.: SOUNDTRACK DE ‘AMORES PERROS’
La música de Amores perros fue supervisada por el propio Iñárritu, quien además fue DJ antes de dedicarse al cine, y compuesta en su mayoría por Gustavo Santaolalla, reconocido por su estilo minimalista y evocador. Santaolalla creó temas instrumentales que transmiten la tensión emocional de cada historia, acompañando el drama, la violencia y el dolor de los personajes.
Además de la partitura original, el soundtrack incluye canciones de bandas mexicanas e internacionales que estaban marcando la escena musical alternativa en ese momento, como Café Tacvba, Control Machete, Nacha Pop y Julieta Venegas. Esta selección musical aportó autenticidad cultural y generó una conexión inmediata con el público joven.
LOS HITS QUE ACOMPAÑARON A LOS AMORES PERROS
“Lucha de gigantes” – Nacha Pop
Aparece en una de las escenas más recordadas del personaje de El Chivo, interpretado por Emilio Echevarría. La letra melancólica resuena con el conflicto interno del personaje.
“Coolo” – Illya Kuryaki & The Valderramas
El tema del dúo argentino de hip hop Illya Kuryaki and the Valderramas acompaña momentos vibrantes de la historia que expone los distintos rumbos del D.F.
“Sí señor” – Control Machete
Representa el lado crudo y urbano del primer acto, centrado en Octavio (Gael García Bernal) y su entorno violento.
“Avientame” – Café Tacvba
Canción original del grupo para la película, con una estética sombría que cierra con fuerza el filme.
“Me van a matar” – Julieta Venegas
Un tema que acentúa el tono oscuro del relato, combinando la dulzura de su voz con una letra cargada de dolor.
UN LEGADO MUSICAL DURADERO
Las composiciones instrumentales del músico Gustavo Santaolalla complementan la estructura narrativa con guitarras acústicas y texturas introspectivas que se volvieron marca registrada del compositor. El soundtrack de Amores perros no solo ayudó a establecer la identidad de la película, sino que también marcó el inicio de una colaboración duradera entre Iñárritu y Santaolalla, que continuaría en 21 gramos y Babel. La banda sonora fue ampliamente elogiada por la crítica y se convirtió en un hito del cine independiente mexicano.
Hoy, 25 años después, sigue siendo recordada como una de las mejores combinaciones entre imagen y música en el cine latinoamericano, y continúa inspirando a cineastas y músicos por igual. Su mezcla de sonidos urbanos, sensibilidad emocional y narrativa musical sigue tan vigente como en el año 2000. N