Un hombre de Michigan, Estados Unidos, experimentó un cambio radical en su vida tras recibir un trasplante de rostro diez años después de haber sobrevivido milagrosamente a un intento de suicidio.
Derek Pfaff se sometió a este complejo procedimiento en la Clínica Mayo de Rochester, Minnesota, a principios de este año, según un anuncio publicado el martes. La maratónica operación duró más de 50 horas e involucró a un equipo multidisciplinario de al menos 80 profesionales de la salud.
Gracias a este procedimiento transformador, Pfaff ahora puede parpadear, sonreír y respirar por la nariz, por primera vez, en una década.
El hombre de 30 años se había sometido previamente a 58 cirugías faciales reconstructivas, pero aún tenía dificultades para hablar y respirar con normalidad. También le faltaba la nariz y no podía masticar ni tragar alimentos, por lo que se veía obligado a utilizar una sonda de alimentación.
Además, solo tenía un ojo y no podía parpadear. Ahora, estas funciones faciales perdidas han sido restauradas.
“Después de mi última cirugía el médico les dijo a mis padres que no había nada más que pudiera hacer excepto remitirnos a un lugar para hacerme un trasplante de cara. Esta cirugía transformó mi vida. Me siento más seguro “, comentó Pfaff.
SEGUNDO TRASPLANTE DE ROSTRO REALIZADO POR LA CLÍNICA MAYO
El primer trasplante de rostro se realizó hace casi 20 años y, desde entonces, se han realizado más de 50 procedimientos de este tipo en todo el mundo. Este último procedimiento en cuestión es el segundo trasplante de rostro que realiza la Clínica Mayo, un grupo de investigación y práctica médica sin fines de lucro. El primero se realizó en 2016.
Pfaff intentó quitarse la vida el 5 de marzo de 2014, a la edad de 19 años, mientras estaba en casa después de la universidad, durante las vacaciones de primavera.
“Miré hacia otro lado y el armario de las armas estaba abierto. Se me cayó el alma a los pies”, relató su padre, Jerry Pfaff.
Aunque el joven de 19 años sobrevivió al incidente, su rostro resultó gravemente dañado por el disparo. “Debí haber muerto esa noche. Estoy agradecido de estar vivo”, sostuvo.
En febrero de 2024 se encontró un donante facial disponible y tomó la decisión de realizar el trasplante. Lo llevó a cabo un equipo multidisciplinario dirigido por el doctor Samir Mardini, cirujano reconstructivo facial y director quirúrgico del Programa de Trasplante Reconstructivo de la Clínica Mayo.
Se estima que 85 por ciento del rostro de Pfaff fue reconstruido con éxito y reemplazado con tejido de un donante. Esto incluyó los párpados superior e inferior, las mandíbulas superior e inferior, los dientes, la nariz, la estructura de las mejillas, la piel del cuello, el paladar duro y partes del paladar blando.
“La naturaleza restaurativa del trasplante facial lo hace muy complejo”, dijo Mardini.
La cirugía se planeó meticulosamente durante varios meses. El equipo incluso creó un plan quirúrgico digital basándose en escaneos detallados de los rostros del donante y del receptor. Esto les permitió realizar la cirugía digitalmente primero
APASIONADO DEFENSOR DE LA PREVENCIÓN DEL SUICIDIO
Uno de los aspectos más desafiantes de la cirugía fue reconectar los numerosos nervios pequeños entre la cara de Pfaff y el tejido donante, para garantizar que se restauraran funciones como comer, parpadear e incluso sonreír.
El equipo mapeó los delicados nervios faciales tanto del donante como del receptor para ayudar con este esfuerzo. “Estamos tratando de devolverle a Derek las funciones que le faltaron durante diez años. La mayoría de los trasplantes de órganos salvan vidas. El trasplante facial es una operación que da vida. Puedes vivir sin él, pero te estás perdiendo la vida”, agregó Mardini.
Después del procedimiento inicial, Pfaff se sometió a una cirugía adicional para refinar su apariencia, mejorar la función de su lengua y párpado y asegurar que los nervios recién conectados funcionaran correctamente.
El joven de 30 años se ha convertido en un apasionado defensor de la prevención del suicidio y planea compartir su historia para alentar a las personas que luchan por buscar ayuda. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek)