La finalidad de los músicos en ciernes es que su obra sea escuchada, comentada y juzgada para bien o para mal; sin embargo, cuando se comienza en la industria de la música se ignora que este es un mundo demasiado difícil, complejo y laborioso.
Además, según palabras de Sabo Romo, el legendario músico de rock con más de 40 años de experiencia, en la década de 1980, cuando un artista se iniciaba en la música, “pensar que uno podía generar con una canción, con un proyecto, la venta de un disco en la industria era una idea que se antojaba lejana. No solo se antojaba, era realmente lejana. Entonces, el desafío era cómo llegar a eso, cómo llegar al punto de tener una audiencia“.
Durante su participación en el Foro de Música e Industrias Creativas, Romo añadió: “Ahora puedes decir: bueno, pues hago mi rola, la subo a YouTube y ya está. Claro, pero si la subes a YouTube y nadie sabe que está ahí no va a pasar nada. La industria musical es bastante anterior a eso, pero hace 40 años igualmente esta misma industria no daba mucho chance, no había oportunidades, los directores artísticos se manejaban estrictamente dentro de un formato, la balada, por ejemplo, y no había espacio para otros géneros musicales”.
El Foro de Música e Industrias Creativas, organizado por el proyecto La Ciudad que Soñamos, se realizó este jueves 11 de abril en el auditorio de la Utopía Meyehualco, en el corazón de la alcaldía Iztapalapa de la Ciudad de México, con el fin de que el público explorara la industria musical a fondo y conociera el potencial de la música en todos sus procesos.
EXPERTOS DE LA INDUSTRIA DE LA MÚSICA
En el foro participaron exponentes de la campaña Rock en tu Idioma y otras personalidades de la industria musical. Además de Sabo Romo, bajista, compositor y productor de Caifanes, asistieron Héctor Quijada, músico y vocalista de La Lupita, y el cantautor Bruno Danzza.
Asimismo, estuvieron Mónica Saldaña, de la plataforma Spotify; Vanessa Reynal, booking agent; Cecilia Velasco, directora del festival Marvin, y Adolfo Tapia, de la Sociedad de Autores y Compositores.
El encuentro, pensado para crear conexión y vínculos entre comunidad y cultura como un derecho básico de la sociedad, estuvo presidido por Dunia Ludlow, dirigente del proyecto La Ciudad que Soñamos, y lo moderaron Olivia Luna, conductora de radio y periodista, y Humberto Calderón, músico y productor discográfico.
“Para descubrir que, en ese afán de hacer buenas canciones, de tener un disco, de llegar a un público que contribuya de más de una forma a cristalizar tus sueños de ser un músico autogestionable o de ser un compositor que pueda tener éxito con su música, hay que pasar un tramo importante”, expuso Sabo Romo.
Y agregó: “En aquella época, si no te grababan los grandes cantantes no había posibilidad de que hicieras otra cosa; y mucho menos había posibilidad para una banda independiente, es decir, que no estaba avalada por una empresa transnacional y con un gran presupuesto de marketing, de mercadeo del disco, y que no tenía acceso a la televisión abierta”.
PLANCHAR EL CAMINO PARA LOS MÚSICOS QUE VIENEN
En tanto, Héctor Quijada expresó que lo que aprendió como integrante de La Lupita es que la labor musical sí deja huella en un contexto que va más allá de las canciones grabadas, de los éxitos logrados, de si llenó el Auditorio Nacional o el Palacio de los Deportes.
“Va más allá de eso porque con cada acción vamos planchando más el camino para los músicos que vienen atrás”, indicó Quijada. “Mucha de la experiencia que nosotros adquirimos en esa época realmente hoy ya resulta un poco obsoleta. La forma en que funcionamos los grupos, La Lupita, por ejemplo, pasamos de tener varios managers y ahora nosotros mismos somos el manager, somos completamente autogestivos. Esto por un lado es muy satisfactorio, pues tienes mucho control sobre la carrera de tu grupo, sobre tu carrera también; pero por otro lado hay cosas que han cambiado tanto que tienes que estar siempre preparándote, siempre aprendiendo porque ya no tienes a quién echarle la culpa”.
El músico agregó al respecto: “Si antes algo salía mal o alguien hacía una grosería, ahí estaba el manager. Ahora, si bien tienes la satisfacción de tener tu carrera en tus manos, también tienes responsabilidades: todos los aciertos son tuyos, pero también todas las regadas son tuyas y tienes que apechugar y dar la cara, ya no tienes donde esconderte, y eso te obliga a ser más consciente”.
EL DESAFÍO ES VISIBILIZAR EL TALENTO DE LA CDMX
La dirigente del proyecto La Ciudad que Soñamos, Dunia Ludlow, expresó que los planteamientos expresados en el foro son una invitación a todos los asistentes, muchos de los cuales eran estudiantes de la escuela de música de la Utopía Meyehualco, a hacer comunidad.
“El desafío es empezar a ayudarnos los unos a los otros, entre músicos, para visibilizar el talento que existe en la Ciudad de México, potencializarlo y, en ese sentido, que la industria como tal crezca y a todos nos vaya mejor”, expresó Ludlow.
Amplió al respecto: “Ese ánimo de hacer comunidad, de hacer las cosas bien, de voltear a ver a quién se quedó atrás o apenas está empezando, no lo hace cualquiera, y la verdad es que habla mucho del buen corazón que tiene todos ustedes, ponentes”.
Explicó también que el Foro de Música e Industrias Creativas “es una propuesta cultural que busca visibilizar al talento que existe en la Ciudad de México aprovechando lo que tenemos, como la escuela de música de Utopía Meyehualco, que cuenta con varios salones, grados, maestros e instrumentos, y que se inauguró durante el gobierno de Clara Brugada. Con el movimiento que estamos dirigiendo, La Ciudad que Soñamos, partimos de una idea, que la ciudad que soñamos es Clara. Este proyecto de música partió de un supuesto, que no existe y no hay infraestructura para apoyar al talento de la Ciudad de México, y entonces hay que iniciar desde el principio, y eso hace que las propuestas sean muy costosas y poco realizables, pero en Iztapalapa se cuenta con muy buenas bases para el arranque”.
LA MÚSICA EN LA INDUSTRIA DE LAS PLATAFORMAS DIGITALES
Mónica Saldaña, de Spotify, comentó en su momento que las plataformas digitales han revolucionado la industria de la música y por ello se habla, para bien y para mal, de democratizar el acceso a las oportunidades que los artistas desean tener.
“Hoy en día cualquiera puede realmente poner su música a disponibilidad del público, pero obviamente eso también conlleva una gran cantidad de cosas a enfrentar”, explicó Saldaña.
Y añadió: “Ahora hay una dualidad muy importante entre decir que existe toda esta libertad con la música y tener el control de lo que como artista estás haciendo y hasta dónde quieres llevar tu carrera, pero al mismo tiempo tenemos un cambio en los hábitos de los fans y la gente que consume música, por ejemplo, la rapidez con la cual las cosas cambian, y no hablamos solo de las tecnologías, sino de cómo se ponen de moda los géneros musicales”.
EL TRABAJO MONUMENTAL DEL BOOKING
En su momento, Vanessa Reynal explicó que un booking agent es la persona que coloquialmente vende los shows de los artistas de la música y dijo que su labor es sumamente importante porque es el responsable de que se generen recursos económicos con un proyecto musical.
“Hay diferentes tipos de bookings; hay unos que trabajan con artistas grandes, que ya están posicionados e instrumentan ciertas estrategias para ese tipo de artistas, como levantar el teléfono y negociar una presentación”, expuso Reynal.
Pero otros, añadió, “estamos más enfocados en el desarrollo artístico, que es un trabajo que no mucha gente se quiera aventar, es muy complicado, es de picar piedra, te cierras muchas puertas e intentas abrir otras, es supercomplejo, pero también muy satisfactorio. En mi caso me he especializado más en esa área, y ahora con plataformas digitales como TikTok he tenido que saber qué hacer con lo que está pasando ahí, si de repente una canción se hace superviral qué hacemos con ese resultado tan positivo”.
LA EVOLUCIÓN MUSICAL NO LA PODEMOS FRENAR
Para Cecilia Velasco, del festival Marvin, antes el público escuchaba música de una manera un poco más consciente, pues a comparación de ahora, que con un clic es posible ingresar en una variedad infinita de propuestas musicales, antes se era más selectivo, pues no se contaba más que con las estaciones de radio y, si se tenía los recursos, con los vinilos y casetes.
“Pero eso no nos hace mejores ni peores que a las generaciones que hoy con un clic pueden acceder no a uno, sino a cien mil discos en menos de diez minutos. La evolución no la podemos frenar y no deberíamos de frenarla, al contrario, pues esta generación es el motor de todo lo que viene”, manifestó.
No obstante, agregó Velasco, “entendemos de dónde venimos musicalmente y después de las redes sociales y las plataformas, solitos hemos llegado a este formato, y el consumo sigue siendo responsable; pero al final es mucho más rápido y no te da el tiempo de entender si una letra o un sonido te hacen algo. Y para mí eso es lo más valioso”.
EL ARTE DE COMPONER ES INNATO
El cantautor Bruno Danzza, escritor de más de 500 canciones, opinó que para ser compositor y componer para otros artistas hay que tener principalmente paciencia, y reveló que la labor de crear canciones que lleguen, que conecten con la gente, no se aprende en ninguna escuela.
“Eso lo debes traer, la inspiración. En lo que te ayuda la educación a lo mejor es a manejar mejor tus armonías, presentar mejor las canciones, tener un conocimiento más general de lo que la música es. Los grandes fenómenos como Juan Gabriel y Martín Urieta se han basado en algo que ellos traen. Entonces, lo principal es traer esa capacidad, ese don, traer en el ADN esta forma de hacer canciones que puedan conectar, convertir una realidad en canción”, expresó.
La composición de canciones, complementó Dazza, es como sacarle fotos a la gente que se mira y ponerle musiquita: “A mí como compositor lo que más me ha funcionado justamente es la realidad. Las canciones tienen un viaje, tienen una vida, tienen una forma de hacer que la gente ría, que la gente llore, que la gente sienta, que se enamore, que baile. Y partiendo de ahí viene lo complicado, que es colocar las canciones en el medio musical”.
LA INDUSTRIA DE LAS REGALÍAS EN LA MÚSICA
En su momento, Adolfo Tapia, de la Sociedad de Autores y Compositores, explicó que las regalías de las canciones se generan cuando se ejecutan en un evento en vivo, en un concierto, cuando los artistas tocan esa música, cuando se comunica a través de la radio y televisión, cuando también se comunica a través de música incidental en hoteles, restaurantes, bares, y ahora, cuando también se ejecuta o se comunica a través de plataformas digitales.
“Eso hace la Sociedad de Autores y Compositores, recaudar y distribuir esas regalías a los compositores que están afiliados. Todo surge cuando uno de estos grandes creadores se sienta y crea una obra, una composición, con una guitarra, un bajo, un piano, y en ese momento se genera el derecho de autor, el cual se divide en dos grandes derechos, el moral y el patrimonial”, explicó Tapia.
Y añadió: “El derecho moral avala que ustedes son los creadores y únicos dueños de su obra, y en nuestro país se protege ante el Instituto Nacional del Derecho de Autor. Y el patrimonial es el que se gesta con la explotación comercial de las canciones, el dinero, las regalías, y ese es el que los autores comparten por determinado tiempo y el determinado porcentaje con un editor y con una sociedad de gestión para que la sociedad recaude y pague esa regalía”.
LA CULTURA ES UN DERECHO
Dunia Ludlow, dirigente de La Ciudad que Soñamos, agradeció la presencia del público y de los ponentes “no solamente por compartirnos su conocimiento, su experiencia, su sentir, sino también por darse la oportunidad de conocer proyectos como el de la Utopía Meyehualco.
“Estos proyectos lo que buscan es generar la infraestructura cultural, deportiva y de cuidados que se necesita para que las personas que habitan Iztapalapa, pero entiendo que también vienen de otras alcaldías de la Ciudad de México, tengan acceso a lo que debería de ser un derecho y no pensarse como un servicio que se compra, que es el acceso a la cultura y al deporte. Agradezco mucho que hayan venido y que se den la oportunidad de conocer esta Utopía”. N