En el ámbito de las finanzas ha amanecido una nueva era: un ámbito en el que las mentes brillantes de family offices (fondos regulados en Estados Unidos que permiten a las familias decidir dónde invierten institucionalmente su propio capital), han creado una nueva realidad para la evolución de la riqueza.
En medio del surgimiento de esta nueva ola de riqueza se encuentra una luminaria: Guadalupe Rodríguez, una inversionista financiera que está sentando las bases para una nueva era en la industria. El amplio trabajo de Guadalupe ha contribuido significativamente a los impulsores de poder fundamentales de las family offices, empoderando a la próxima generación y forjando un nuevo camino para el futuro del liderazgo femenino en la industria.
Hoy en día, Guadalupe se desempeña como directora de inversiones de un family office mexicano con sede en los EU como inversionista global en activos alternativos como capital de riesgo, bienes raíces y capital privado; Guadalupe aprovecha su vasta experiencia para ejecutar estrategias para optimizar el rendimiento financiero, la rentabilidad y la sostenibilidad en diversas unidades de negocio y carteras de inversión.
Su papel es indicativo de la influencia actual y transformadora que ejercen las family offices dentro de la economía actual. Como impulsores de la industria financiera, las family offices son todavía bastante jóvenes pero poderosas. En los últimos diez años, su cifra se ha multiplicado por diez y actualmente hay más de 10.000 oficinas operando en todo el mundo. Sus entidades más grandes se han convertido en importantes influyentes en los acuerdos. Si bien rivalizan con bancos globales y firmas de capital privado en transacciones sustanciales, debido a su naturaleza privada inherente, las oficinas familiares han permanecido relativamente desconocidas, poco comprendidas y, por lo tanto, a menudo muy subestimadas. En una economía que se sentía como si se estuviera derrumbando lentamente, las family offices están en aumento y poco parece obstaculizar su arduo ascenso.
En los próximos 20 años, se espera una transferencia de riqueza generacional de 84 billones de dólares. Esto marcaría el comienzo de que el 80% de toda la riqueza privada pasaría a manos de los Millennials y la Generación X. La mera predicción resalta una necesidad directa de abordar los objetivos y estrategias de inversión de las generaciones futuras. Si bien esto puede hacer que la mayoría del sector financiero se muestre cauteloso, Guadalupe está entusiasmada de ser testigo de la transición de la próxima generación hacia la gestión.
“¡Esta próxima generación es increíble! Seguramente estarán listos. Su dominio de la tecnología, su pasión por la sostenibilidad y su nueva perspectiva sobre las inversiones son el cambio de gestión financiera que la industria necesita. Estoy ansioso por ver cómo su influencia impulsará la innovación y fomentará el impacto social. Sin duda, mejorará la industria y el mundo entero. Será diferente, será fresco; están a punto de sorprender a todos y beneficiar a toda la economía”.
Pero los herederos de la próxima generación no son el único grupo demográfico pasado por alto en el que se centra Guadalupe. Pasando de los pisos del servicio público en Washington D.C., a las prestigiosas salas de juntas de Berkshire Hathaway y Bain Capital, y aprendiendo de luminarias políticas como los Clinton y los Bush, Guadalupe ha superado los importantes obstáculos que enfrentan las mujeres en el campo de juego, y mucho menos las mujeres de minorías. Su resiliencia es evidente: se niega a permitir que tales desafíos obstaculicen su progreso. Además, está decidida a garantizar que las mujeres de la industria puedan cosechar los frutos de esa misma determinación.
“Las mujeres son pasadas por alto, infravaloradas, subestimadas; en este punto, todos estos hechos son ruido blanco. Pero como mujeres, ¿no estamos hartas de cantar la misma canción? Jugar la carta de víctima simplemente te mantiene en ese asiento. Como mujeres, si queremos ver un cambio, tenemos que hacerlo realidad. Y tenemos que cambiar la forma en que lo vemos y las formas en que permitimos que nos disuada. No seas una víctima, sé un voluntario”.
Al dedicar los pocos momentos adicionales que tiene, Guadalupe también invierte en establecer contactos, asociarse con mujeres de la industria y apoyarlas para que estas realidades se hagan realidad en sus propias carreras. Porque si bien Guadalupe suele asistir a eventos como una de las pocas mujeres CIO’s, está lista para que la realidad cambie.
A través de su compromiso inquebrantable con las libertades individuales y los principios democráticos, Guadalupe sigue dedicada a “hacer crecer el pastel, dividir el pastel y hacer más pasteles”; una filosofía que encarna una creencia ferviente en el poder de la ampliación de oportunidades y el crecimiento empoderado.
Mientras el inminente aumento de la transferencia de riqueza generacional presagia una nueva era en las finanzas, Guadalupe sigue siendo una ferviente defensora de la próxima generación de lideres y de la fuerza impulsora de las family offices. Su compromiso con la inminente transición de la riqueza refleja su creencia en la influencia transformadora de las generaciones futuras que imaginan una era económica impulsada por la innovación, la sostenibilidad y el impacto social.
En una búsqueda incansable por impulsar un cambio positivo, Guadalupe promueve a los jovenes, y a las mujeres, ambos dentro de la industria financiera y de las familias. Su determinación inquebrantable significa un cambio trascendental en el panorama financiero, impulsado por un espíritu de democracia, libertad e igualdad de oportunidades para todos. N
Guadalupe Rodriguez es autora del blog https://www.afinanceminute.com/ y colaboradora regular del Forbes Finance Council.
Newsweek en Español te recomienda también estas notas:
90 de cada 100 muertes por desastres naturales ocurren en países en desarrollo
China y EUA encabezan la lista global de emisores de gases de efecto invernadero
Tomoko Horino, una centenaria consejera de belleza