La Corte Suprema de Estados Unidos acaba de determinar que el medicamento abortivo mifepristona permanecerá en el mercado, al menos temporalmente. La decisión se da a conocer luego de que, el pasado mes de abril, un juez del estado de Texas suprimió la autorización de la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) para la distribución de este fármaco.
La mifepristona es el método más comúnmente utilizado para la interrupción farmacológica de la gestación. A fin de inducir el aborto, se ingiere en combinación con el fármaco misoprostol, y puede administrarse durante las primeras diez semanas de embarazo.
El argumento presentado contra el abortivo —que la FDA aprobó hace más de 22 años— plantea graves interrogantes sobre su seguridad. El 7 de abril, Matthew Kacsmaryk, juez federal por el distrito norte de Texas, falló a favor de la demanda que Alliance for Hippocratic Medicine interpuso contra la FDA, querella en la que la organización provida argumentaba que la dependencia gubernamental nunca tuvo la autoridad requerida para aprobar el uso de mifepristona y que, en consecuencia, era necesario rescindir la autorización.
Ese mismo día, Thomas Rice —juez por el distrito oriental de Washington, designado por el expresidente Barack Obama—, emitió un dictamen independiente ordenando que la FDA preservara la disponibilidad del medicamento abortivo en 17 estados de la Unión Americana y el distrito de Columbia.
El pasado viernes 21 de abril, la Corte Suprema sobreseyó el intento de Kacsmaryk de revocar la aprobación federal para la mifepristona, protegiendo así el acceso al fármaco en todo el territorio estadounidense (al menos temporalmente, mientras prosiguen las argumentaciones legales).
¿QUÉ DICE LA CIENCIA?
No obstante, desde la perspectiva científica, no hay evidencia alguna que respalde los cuestionamientos de seguridad planteados. De hecho, el abortivo mifepristona se considera una sustancia más segura que muchos otros fármacos, incluido el tylenol [paracetamol].
“[La prohibición] amenaza la vida y la seguridad de las mujeres”, dice a Newsweek el Dr. Sam Rowlands, experto en salud sexual y derechos reproductivos, y profesor invitado en el Centro de Investigación y Educación Médica de Posgrado, así como en el Departamento de Ciencias Médicas y Salud Pública de la Universidad de Bournemouth, Inglaterra.
Coautor del libro Decriminalizing Abortion in the UK: What Would It Mean? (“Descriminalizar el aborto en el Reino Unido: ¿qué significaría?”), Rowlands asegura que los datos recogidos en el Reino Unido demuestran que la mifepristona y otros abortivos disponibles son 32 veces más seguros que un parto.
“De modo que, si empiezan a meter mano para impedir que la población acceda al aborto, las mujeres, automáticamente, tendrán 32 veces más riesgo [de morir o sufrir las complicaciones de la gestación y el parto]. Quienes dicen que la mifepristona es peligrosa mienten descaradamente. Es más peligroso recibir una inyección de penicilina que inducir un aborto temprano con mifepristona”, sentencia Rowlands, quien también encabezó uno de los primeros ensayos clínicos sobre anticoncepción de emergencia.
LA MIFEPRISTONA ES UN MEDICAMENTO SEGURO
La Asociación Médica Estadounidense (AMA, por sus siglas en inglés), el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos, la Organización Mundial de la Salud y otros organismos científicos relevantes han determinado que la mifepristona es un medicamento seguro, ya que la sustancia solo actúa bloqueando la actividad de la progesterona, hormona necesaria para mantener la gestación.
Más de 780 revisiones científicas han investigado el fármaco, y las evidencias demuestran que los efectos secundarios más importantes son “extremadamente raros”, presentándose en apenas 0.3 por ciento de los casos, según informa la AMA.
Por otra parte, la tasa de mortalidad del aborto farmacológico es también de casi cero. Apenas en 2022, un estudio comparativo divulgado en la revista The New England Journal of Medicine analizó los datos recopilados en Ontario, Canadá, y halló que, una vez que la mifepristona estuvo disponible bajo indicación médica, las complicaciones del aborto disminuyeron marcadamente respecto del periodo en que el abortivo no estuvo disponible.
A decir de los resultados de ese estudio, antes que la mifepristona estuviera disponible, los incidentes secundarios graves del aborto ocurrían en 0.3 por ciento de los casos, mientras que después de que la sustancia estuvo disponible, dichos incidentes tuvieron una incidencia de 0.04 por ciento.
En lo que respecta a las complicaciones del aborto, si bien la tasa de incidentes era de 0.74 por ciento antes de la disponibilidad de la mifepristona, la cifra cayó a 0.69 por ciento a partir del uso del fármaco.
FÁRMACO ALTAMENTE EFICAZ
Según informes de la FDA, hasta el mes de junio de 2022, alrededor de 5.6 millones de mujeres estadounidenses habían utilizado mifepristona. Y, de ese total, solo se han documentado 28 defunciones asociadas con el uso del abortivo entre los meses de septiembre del año 2000 (cuando se autorizó la sustancia) y junio de 2022.
En 2013, la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos publicó una revisión de 87 ensayos sobre el fármaco en cuestión, y la conclusión de los autores fue que la combinación de mifepristona y misoprostol era “altamente eficaz y segura”.
Por otro lado, una investigación de 2015, publicada en la revista Obstetrics & Gynecology, determinó que los abortos farmacológicos (como los que practicados con mifepristona) tienen menos “complicaciones importantes” que los procedimientos quirúrgicos.
De hecho, muchos científicos señalan que la pastilla abortiva es incluso más segura que el sildenafilo, mejor conocido como viagra. En un artículo previo, Newsweek informó que ese argumento parece bien fundamentado, ya que, en diciembre de 2022, una revisión sobre los efectos adversos del viagra documentó más de 2,000 defunciones asociadas con el sildenafilo.
“Se han publicado más de 100 estudios de varios países, y todos confirman… la seguridad [de mifepristona]”, concluye Rowlands. N
(Publicado en cooperación con Newsweek. Published in cooperation with Newsweek).