Los petrodólares no son una moneda. Son, simplemente, dólares estadounidenses que se han cambiado por exportaciones de petróleo crudo. Los países que compran petróleo crudo y los que lo producen intercambian dólares.
El proceso del mercado de los combustibles origina la venta de crudo de un país, región o continente a otro. El valor en casi todas las transacciones requiere de del pago de esta materia prima para ser usada por su transportación por medio de dólares estadounidenses.
En 1970, Estados Unidos era el principal importador de crudo. Los exportadores de petróleo crudo tuvieron que aceptar pagos con dólares porque era la moneda de su principal cliente, y ante esto surgieron los petrodólares.
Muchas naciones aprovecharon sus reservas de petróleo crudo durante el aumento histórico del mercado energético, entre 1995 a 2005, para tomar grandes préstamos para construir infraestructura, expandir las operaciones militares e iniciar programas sociales.
De lo anterior surge una pregunta: ¿Qué vincula el petróleo crudo con las monedas? Hay varios factores, de modo que puede haber una reacción relacionada u opuesta aun cuando hay un cambio en el precio de otra.
Esto a menudo tiene que ver con la distribución de los recursos y la balanza comercial de una nación (el equilibrio entre las exportaciones e importaciones de un país). Los comportamientos y el sentimiento en el mercado, y el efecto que el petróleo crudo tiene sobre la inflación también se desarrollan en la relación entre el producto básico y las monedas. Esto podemos observarlo en el presente, y que afectará el futuro.
BENEFICIADO DE LA CAÍDA
El dólar estadounidense se ha beneficiado de la caída abrupta del petróleo crudo. El sector energético es un contribuyente significativo al PIB de este país, que pasó de ser un importador neto a un exportador neto de energía en 2020 y fue el mayor productor mundial en 2021 de petróleo crudo.
Por eso vemos actualmente que países como China y Rusia, que están gestando por no pagar más en petrodólares, buscan realizar los pagos respectivos en las monedas locales para beneficiar la fortaleza de sus monedas.
A medida que Estados Unidos ha ascendido en la producción mundial de petróleo, el dólar estadounidense también se ha beneficiado de la caída precipitada del petróleo. Eso fortalece a esta moneda comparada con otras que están dentro del cálculo del índice del dólar (donde no está el peso mexicano).
Los principales beneficios han sido crecimiento económico y, por ende, el tener una gran diversidad económica, reduciendo su dependencia de los hidrocarburos como ingresos principales en los flujos de dinero en sus mercados locales.
La economía de nuestro vecino, de cuyos cambios dependemos en gran parte, afectan directamente los flujos del dinero de México al tener el dólar como moneda de pago en los hidrocarburos y derivados.
CORRELACIÓN PETRÓLEO-DÓLAR
A lo largo de la historia se ha observado una correlación entre el precio del barril de petróleo y el índice del dólar. El dólar se ha fortalecido respecto a otras monedas cuando el precio del barril baja. En 2022 se observó un fenómeno, un paralelismo entre ambos indicadores en forma continua.
El fenómeno puede ocurrir por:
- Mayor demanda de bonos del gobierno de Estados Unidos.
- Invasión de Rusia a Ucrania.
- Restricciones de movilidad en China por el covid-19.
- Mercados financieros que consideran el dólar seguro para inversiones comparadas con otras monedas.
En México tenemos un tipo de cambio en estas últimas semanas que ayuda en los intercambios comerciales a tener que cambiar una menor cantidad de pesos para la compra de dólares.
Pero esto puede agravarse en el mes de julio-agosto, cuando se espera que el precio de la gasolina regular pueda llegar en Estados Unidos a alrededor de los 6 dólares por galón (32 pesos por litro). Esto afectará directamente e incrementará la inflación, y por tal motivo se está buscando a cualquier costo el bajar el precio del barril de crudo para poder fortalecer la economía.
Esto dependerá de incrementar la producción de crudo y las exportaciones a Europa, cuyo objetivo es disminuir el volumen del crudo ruso en el mercado internacional.
¿QUÉ CONCLUIMOS ENTONCES?
Arabia Saudita en noviembre tendrá que establecer una nueva diplomacia energética de intercambios comerciales con el nuevo eje que surja en el mundo al llegar los países de la OPEP+ al volumen pactado de producción. Eso dejará al libre albedrío el cuánto producir.
Y veremos a una Rusia mermada o fortalecida, siempre y cuando China e India continúen comprando crudo a este país, lo que dependerá de los descuentos que sean ofrecidos.
¿Conclusión? El petróleo crudo muestra una estrecha correlación con muchos pares de divisas:
- El contrato se cotiza en dólares estadounidenses, por lo que los cambios de precios tienen un impacto inmediato en los cruces relacionados.
- La alta dependencia de las exportaciones de petróleo crudo impulsa a las economías nacionales a las tendencias alcistas y bajistas en los mercados energéticos.
- El colapso de los precios del petróleo crudo provoca caídas favorables en los productos básicos industriales. Eso aumenta la amenaza de deflación mundial y obliga a los pares de divisas a cambiar el precio de las relaciones. N
—∞—
Ramsés Pech es analista y asesor de la industria energética y en economía. Es autor del canal Energía sin política. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.