DE TIEMPO Y CIRCUNSTANCIAS
ESTE cuerpo es mío. / No se toca, no se viola, / no se mata.
Es marzo, faltan unos meses para la gran elección que hemos de vivir en México, y hace 28 meses que López Obrador es presidente. Nosotros le dimos el poder en un ejercicio democrático, en el que también le dimos el Congreso.
No voté por él, pero la democracia obliga a aceptar la voluntad de la mayoría, y en su toma de poder, por la noche, cuando se dirigió a la multitud y dijo: “Tengo una ambición legítima, pasar a la historia como uno de los mejores presidentes de México”, me creí la mentira. Supuse que era menester darle el beneficio de la duda y tener confianza.
Poco tardó en desengañarme. La ecuación era suicida. El poder de la presidencia más el poder del Congreso —en la Cámara baja tenía mayoría absoluta y en el Senado, relativa— significaban el poder absoluto.
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De inmediato se evidenció el error. Comenzó por suspender el proyecto del aeropuerto de Texcoco. Una obra que, de acuerdo con el secretario de Hacienda, enterró 80,000 millones de pesos y, de acuerdo con la Auditoría Superior de la Federación, 330,000 millones de pesos. Luego sometió a la Suprema Corte de Justicia, al bajarle el sueldo a los magistrados, en agosto de 2018, con el argumento de que ganaban mucho. Después de un estira y afloja, los ministros aceptaron el castigo en enero de 2019. Acto seguido se deshizo de un ministro incómodo: Eduardo Medina Mora, atacándolo con la Unidad de inteligencia Financiera, y puso es su lugar a la Dra. Margarita Ríos Farjat, quien colaboraba con AMLO desde 2016. Así aseguraba que, en los asuntos de su interés, la votación estaría amarrada, y con el Poder Legislativo y el máximo circuito del Poder Judicial de su lado el control era absoluto.
Solo faltaba el Ejército, a este lo centaveó dándole cientos de miles de millones de pesos.
Poco a poco comenzó a desarticular las organizaciones que controlan y sirven de contrapeso al andamiaje político administrativo de nuestro país. Una de ellas, La Auditoría Superior de la Federación, fue la que destapó los actos de corrupción del gobierno de Peña Nieto, ofreciendo la evidencia necesaria para fortalecer su campaña contra la corrupción. Pero cuando la misma Auditoría evidenció el criminal desperdicio de recursos en la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, la Auditoría pasó de ser un órgano útil a sus propósitos, a un revisor incómodo. Y la vilipendió en “la mañanera”, obligando al auditor a retractarse. Así es el poder absoluto.
UN VIOLADOR PROTEGIDO
Desde hace meses viene cocinando la gubernatura de uno de sus protegidos: el senador Félix Salgado, quien tiene procesos por violación a empleadas y una historia de abusos y prepotencia escudados en el poder político.
Ante la protesta de las mujeres, el presidente ha declarado: “No es mexicano el reclamo que hacen las mujeres. No corresponde a nuestras formas, a nuestra herencia, a nuestro lenguaje”.
Claro que no corresponde a nuestra herencia; para el presidente, la herencia femenina es aguantar madrizas y violaciones llorando en silencio. Soportar amenazas en medio de una sociedad machista que las ignora, y callar. Callar siempre.
Andrés Manuel sabe que la esencia de un país se llena con las historias y leyendas que viven en la conciencia colectiva, y decide cambiar la narrativa diciendo: “Lo mexicano es la familia dulce y amorosa. La mujer que cuida tiernamente a los mayores y se expresa con dulzura”.
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El presidente voltea la cara ante el hecho de que esas mujeres ya no están encerradas en su casa, que tuvieron que salir a buscar la forma de llevar el pan a sus hijos, y tan bien lo han hecho que, hoy, lo mismo vuelan aviones que capitanean empresas, pero ya no son sumisas.
Cuando las mujeres indignadas, y conscientes de que la ignominia no es hereditaria, protestan, el presidente les reafirma que el violador será gobernador. En su nicho de poder AMLO se muestra inalcanzable y cerca su castillo con placas de acero. Un bastión para evitar que se acerquen a su residencia. Lo nunca visto, el Palacio Nacional aislado por un Muro de Vergüenza.
Ellas no se amilanan, le restriegan la vergüenza al escribir los nombres de millares de víctimas de feminicidios en el muro; se manifiestan en las plazas públicas, y por supuesto, en el Zócalo. Los militares las golpean sin misericordia, ellas aguantan todo. Todo antes de permitir que un violador serial sea gobernador de Guerrero. Esgrimen su lema: “Un violador no será gobernador”.
Andrés Manuel ha tenido un éxito inusitado al reemplazar funciones y desarticular instituciones. Hoy minimiza a las mujeres y se pone, con gran osadía, no a jalarle los bigotes al tigre, sino a la tigresa, sin percatarse de que ella, embravecida, es más peligrosa que el tigre y puede que se interponga en su proyecto de sustituir a una mafia del poder por la mafia del crimen.
VAGÓN DE CABÚS
El lunes 8 de marzo, el Sr. Dn. Antonio Fernando Miguel Garci Hernández dejó de estar entre nosotros. Un hombre de probidad y bonhomía extraordinarias.
Vaya desde aquí un abrazo apretado a mi amigo, el escritor Antonio Garci, hijo de Dn. Antonio Fernando.
Descanse en paz, Dn. Antonio Fernando Garci Hernández. N
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Salvador Casanova es historiador y físico. Su vida profesional abarca la docencia, los medios de comunicación y la televisión cultural. Es autor del libro La maravillosa historia del tiempo y sus circunstancias. Los puntos de vista expresados en este artículo son responsabilidad del autor.