EL GOBIERNO chino defendió como “legítimas” las operaciones de su guardia costera, durante el fin de semana, cuando dos barcos navegaron hacia las aguas territoriales de las Islas Senkaku controladas por Japón.
Los islotes deshabitados del Mar de China Oriental son zonas marítimas ricas en pesca y también pueden contener recursos naturales valiosos como petróleo y gas. Es un territorio en disputa entre China y Taiwán, pues ambos lo reclaman como parte de su jurisdicción costera.
Este lunes, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Pekín, Wang Wenbin, llamó a las islas “territorio inherente de China”, refiriéndose a ellas por su nombre chino, “Diaoyu”.
“El patrullaje de la Guardia Costera de China y las actividades de aplicación de la ley en las aguas de las islas son medidas legítimas y legales para salvaguardar la soberanía”, dijo Wang en la conferencia de prensa diaria del Ministerio de Relaciones Exteriores.
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Las declaraciones de Wang responden a las acusaciones de la Guardia Costera de Japón, respecto a que pares de embarcaciones chinas habían ingresado en las aguas territoriales de las islas Senkaku, el sábado y el domingo, acercándose a los barcos pesqueros japoneses en el área.
El diario Japan Times reportó que se solicitó a los barcos de la Guardia Costera de China que se retiraran, mientras que Tokio también protestó a través de los canales diplomáticos oficiales.
China ha aumentado las operaciones de la guardia costera en o cerca del Senkaku “en un intento por desgastar a la Guardia Costera de Japón y poner a prueba el temple de Tokio en el tema”, señaló el periódico.
Añadió que estas acciones son parte de la llamada “guerra de la zona gris” —que implica el uso de tácticas irregulares para agotar a un enemigo sin recurrir al combate abierto— y que Pekín utiliza contra vecinos regionales como Taiwán.
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En las últimas semanas, los reclamos marítimos en los mares del este y sur de China se intensificaron, luego de la promulgación de una nueva Ley de la Guardia Costera, el 1 de febrero. Dicha legislación permite que los guardacostas disparen contra embarcaciones extranjeras que operan dentro de sus aguas territoriales.
Las tensiones en esa región son el contexto de una llamada entre el presidente Joe Biden y el primer ministro japonés Yoshihide Suga, a finales del mes pasado.
Los mandatarios se refirieron al “compromiso inquebrantable de Estados Unidos para la defensa de Japón”, establecido en el artículo 5 del Tratado de Seguridad Conjunta —que se refiere a los ataques armados de terceros e incluye a las islas Senkaku—, según informó la Casa Blanca.
El secretario de Estado Antony Blinken enfatizó que se han refrendando compromisos similares con Filipinas, advirtiendo que Estados Unidos apoyará a sus aliados en caso de un ataque en el Pacífico, incluido el Mar de China Meridional.
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China reclama casi la totalidad del dominio del Mar Meridional que es rico en energía, por lo que otros países como Vietnam, Taiwán, Filipinas, Malasia e Indonesia también demandan derechos sobre esa zona marítima.
Luego de que China anunció la aprobación de su nueva Ley de Guardacostas, el ministro de Relaciones Exteriores de Filipinas, Teodoro Locsin Jr., describió la medida como una “amenaza de guerra”.
A principios de este mes, la embajada china en Manila rechazó las preocupaciones de los vecinos regionales y dijo que la nueva ley “no indica ningún cambio en la política marítima de China”. N
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Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek