La paliza propinada por policías a un hombre negro en París reabrió este viernes en Francia un debate sobre el racismo y la violencia policial, en plena polémica por un proyecto de ley sobre seguridad.
Las duras imágenes que muestran a cuatro policías golpeando a un productor de música negro en la puerta de su estudio en París –difundidas el jueves por el portal web Loopsider y que se hizo viral en las redes sociales– provocaron una ola de indignación en Francia.
Los hechos tuvieron lugar el sábado y derivaron inicialmente en el arresto del productor, pero la difusión de las imágenes dio la vuelta al discurso y supuso no solo la liberación de Zecler y la retirada de los cargos.
Los agentes fueron detenidos este viernes para ser interrogados en la sede de la Inspección General de la Policía Nacional (IGPN).
En la escena, que dura varios minutos y fue captada por cámaras de seguridad, se ve a los agentes propinando puñetazos, patadas y golpes con una porra (o macana) a la víctima, Michel Zecler, al que los policías llamaron la atención porque al parecer no llevaba mascarilla.
La ola de indignación alcanzaba a las más altas esferas del gobierno, al mundo del deporte, como las estrellas del fútbol Antoine Griezmann o Kylian Mbappé, y de la música, como Aya Nakamura o Benjamin Biolay.
El presidente francés, Emmanuel Macron, dijo la noche del viernes que se trata de una “agresión inaceptable” e “imágenes que nos avergüenzan” y pidió al gobierno que “le haga propuestas rápidamente” para “luchar más eficazmente contra todas las discriminaciones”.
Les images que nous avons tous vues de l’agression de Michel Zecler sont inacceptables. Elles nous font honte. La France ne doit jamais se résoudre à la violence ou la brutalité, d’où qu’elles viennent. La France ne doit jamais laisser prospérer la haine ou le racisme.
— Emmanuel Macron (@EmmanuelMacron) November 27, 2020
Este nuevo caso de violencia policial protagonizaba también varias portadas de los principales diarios franceses.
Debate sobre el racismo y la violencia
Macron se entrevistó el jueves con el ministro del Interior, Gérald Darmanin, y le pidió que tome medidas contra los policías en cuestión, según indicaron a la AFP fuentes gubernamentales.
Después de esta reunión, el ministro anunció la suspensión de los agentes, que según dijo habían “mancillado el uniforme de la República”.
La fiscalía de París abrió una investigación el martes por “violencia”, “falsificación de registros públicos” y “racismo”, dijo a la AFP una fuente judicial.
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Según Michel Zecler, que presentó una denuncia, los policías le llamaron varias veces “negro de mierda” mientras le golpeaban.
Su testimonio reabre un debate sobre un supuesto racismo y violencia “estructurales” en el seno de la policía francesa, algo que las autoridades niegan categóricamente. Pero varios casos en los últimos años alimentan esta tesis.
La paliza de Zecler se produce después del violento desmantelamiento el lunes de un campamento informal de inmigrantes en pleno centro de París.
Las imágenes de esta evacuación, filmada por periodistas y activistas, causaron consternación entre los franceses y dio lugar a la apertura de un informe de la Inspección general de la policía.
Entre las imágenes que se difundieron en las redes sociales se ve a policías desalojando tiendas de campaña, con migrantes aún dentro de ellas, o a un agente haciendo una zancadilla a un migrante.
Polémica Ley de “seguridad global”
Estos casos se producen en pleno debate en Francia sobre un polémico proyecto de ley de seguridad que busca restringir el derecho a filmar a policías durante sus intervenciones.
Esta ley ha sido denunciada por los periodistas, que consideran que viola la libertad de prensa, y ha dado lugar a manifestaciones durante las dos últimas semanas.
Una nueva manifestación está prevista el sábado en París.
El texto, que fue adoptado el martes por la Asamblea Nacional y debe ser examinado por el Senado, ha generado una viva polémica.
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Mientras los sindicatos policiales, la derecha y la extrema derecha lo aprueban, la izquierda y los defensores de las libertades públicas ven en dicha ley una violación a la libertad de informar y una señal de la deriva autoritaria del gobierno.
El artículo más polémico del texto castiga con un año de cárcel y 45,000 euros (53,600 dólares) de multa la difusión de la “imagen de la cara o de cualquier otro elemento identificativo” de los miembros de las fuerzas del orden en acción, cuando “atenta” a su “integridad física o psicológica”
“Sin imágenes, estos casos no saldrían a la luz”, afirmaron varios periodistas tras la revelación de la paliza de Michel Zecler.
Para calmar los ánimos, el primer ministro Jean Castex anunció la creación de una “comisión independiente encargada de proponer una reescritura” del polémico artículo 24 de la ley de seguridad global.
Pero frente a la protesta de los parlamentarios, que ven ésto como una interferencia del ejecutivo en sus prerrogativas, su oficina precisó el viernes que la comisión se limitará a hacer “propuestas”.