Después de Francia y el Reino Unido, el repunte de la epidemia del coronavirus en España sembró inquietud en Alemania que desaconsejó a sus ciudadanos viajar a las regiones más afectadas del país.
El gobierno alemán pidió evitar los viajes “no esenciales” y turísticos hacia Aragón, Navarra y Cataluña, esta última una región costera fronteriza con Francia muy visitada por los turistas internacionales.
La advertencia llega después de que Francia recomendara el viernes evitar los desplazamientos a Cataluña y de que el Reino Unido impusiera desde el domingo una cuarentena de dos semanas a todos los pasajeros procedentes de cualquier parte de España.
Esta última medida supone un mazazo para el segundo destino turístico mundial que tiene a los británicos como su principal contingente de visitantes.
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El jefe de gobierno español Pedro Sánchez criticó el lunes la medida de Londres al considerarla “desajustada”, especialmente cuando algunas regiones muy turísticas como los archipiélagos de Canarias y Baleares son “más seguras que el Reino Unido”.
“Queremos lanzar un mensaje claro de confianza en nuestro país. Somos un destino incomparable (…) y, además, un destino seguro que se ha preparado y se ha reforzado para hacer frente al virus y sus rebrotes”, insistió este martes la portavoz gubernamental María Jesús Montero.
El primer ministro británico Boris Johnson defendió este martes esta decisión ante las “señales de una segunda oleada” del virus en Europa.
“Es nuestro deber tomar medidas rápidas y decididas para evitar a los viajeros que extiendan la enfermedad aquí”, insistió.
Desde Madrid intentan que las regiones menos afectadas por los repuntes, como Baleares o Canarias, queden exentas de la cuarentena pero Londres se niega.
Nuevas restricciones en Madrid
En Barcelona, donde las autoridades regionales catalanas piden a la población quedarse en casa, los escasos turistas no terminaban de entender estas medidas.
“No deberíamos quedarnos en casa por la COVID. La gente debería venir y visitar la ciudad, está muy tranquila, la gente mantiene distancias”, decía Ines Meinen, una alemana de 53 años que trabaja en un hotel en su país.
Paul Callahan, un capitán de yate británico de 62 años, señalaba que los fallecidos por el virus en el Reino Unido en la última semana eran muy superiores a los de España. “Si lo miras así, es más seguro venir a España”, afirmó a la AFP.
Pero en el país ibérico, que contabiliza más de 28,400 muertos por la pandemia, el virus repuntó en las últimas semanas.
El último balance del lunes reflejaba casi 13,000 infectados en siete días, dos tercios en Aragón y Cataluña. Hace dos semanas, esta cifra era casi cuatro veces menor.
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Medidas de contención
En este contexto, las regiones españolas, con competencias sanitarias, toman medidas para contener los contagios, muchos de ellos en personas jóvenes y asintomáticas.
Madrid decidió este martes reforzar el uso obligatorio de la mascarilla incluso si puede mantenerse 1,5 metros de distancia entre personas, como ya habían hecho casi todas las regiones, y limitó las reuniones a un máximo de diez personas.
Cataluña también prohibió las reuniones de más de diez personas, cerró las discotecas y recomendó a los habitantes de Barcelona no salir de casa.
Aunque España es de los países con un mayor número de casos detectados por población, el repunte de contagios se extiende por el continente.
El instituto alemán Robert Koch mostró su “gran inquietud” ante el aumento de nuevas infecciones en el país, que gestionó relativamente bien la crisis en comparación con sus vecinos.
Frente a un incremento “preocupante” de casos, Bélgica endureció sus medidas especialmente en la provincia de Amberes (norte), donde impuso un toque de queda.
Además, a partir del miércoles, el número de personas que los belgas podrán ver de forma regular dentro de su “burbuja de contactos” se reducirá de 15 a 5 por hogar durante cuatro semanas.
Y Grecia anunció este martes que volvía a imponer la mascarilla obligatoria en casi todos los espacios cerrados como respuesta a un repunte de los contagios.