Lavarse o no las manos puede ser determinante para evitar una enfermedad. La correcta higienización de esta parte del cuerpo humano ha sido una recomendación básica de la Organización Mundial de Salud (OMS) desde hace varios años, y hoy la pandemia por el coronavirus ha puesto en primer plano esta medida de higiene.
El lavado de manos es la medida primaria para reducir infecciones. Aunque es una acción higiénica muy simple, su falta de cumplimiento es un problema mundial, señala la OMS.
“El gel no reemplaza el lavado de manos. El producto solo ayuda a congelar o petrificar los microorganismos que tenemos en las manos, y eso ayuda a que no transmitamos el virus o las bacterias que tengamos.
“El gel debe usarse cuando no tenemos agua y jabón (en la calle, en el transporte público, en tiendas), pero al llegar a un sitio donde podamos lavarnos las manos debemos hacerlo para que los virus y bacterias sean arrastrados”, explica la doctora Jacqueline López Ortega, médica general de la Universidad Anáhuac.
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A su vez, la experta en salud enfatiza en que el lavado de manos no se puso de moda con la pandemia, pues la OMS ha llevado a cabo cada año una campaña sobre la forma correcta de hacerlo. Aunque cada quien lo hace a su manera, existen oficialmente once pasos que se aconsejan para una correcta higienización.
Los pasos para una técnica correcta de lavado son: mojarse las manos; aplicar suficiente jabón para cubrir toda la mano; frotar las palmas entre sí; frotar la palma de la mano derecha contra el dorso de la mano izquierda entrelazando los dedos, y viceversa; frotar las palmas de las manos entre sí, con los dedos entrelazados; frotar el dorso de los dedos de una mano contra la palma de la mano opuesta, manteniendo unidos los dedos; rodeando el pulgar izquierdo con la palma de la mano derecha, frotarlo con un movimiento de rotación, y viceversa; frotar la punta de los dedos de la mano derecha contra la palma de la mano izquierda, haciendo un movimiento de rotación, y viceversa; enjuagar las manos; secarlas con una toalla de un solo uso; y utilizar la toalla para cerrar la llave del agua.
EL CUBREBOCAS ES PARTE ESENCIAL
El desafío, comenta la doctora López Ortega, quien cuenta con una maestría en Dirección y Gestión de Instituciones de Salud, es que esta medida de higiene trascienda y así se pueda contribuir a la no propagación del coronavirus, pero también, de cualquier otra enfermedad.
“Incluso, lavarse las manos de manera adecuada es la primera protección antes de una vacuna. Y la recomendación es para todos. La OMS también ha dicho que el 60 por ciento de los médicos no se sabe lavar las manos, es de vital importancia que esto se haga de forma correcta”, apunta la experta.
Además de esta medida de higiene, el cubrebocas es parte esencial en esta nueva normalidad.
“En muchas ocasiones no podemos respetar la sana distancia. Por ejemplo, en el transporte público o en lugares públicos, por ello debemos usarlo. No reduce al 100 por ciento los contagios, pero sí disminuye las partículas que se expulsan”, comenta López Ortega.
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Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de Estados Unidos han recomendado que quienes no son profesionales de la salud se protejan confeccionando sus propios cubrebocas, los cuales pueden ser de tela con tres o hasta cuatro capas.
“Hay que acostumbrarnos que debemos usar el cubrebocas como otra prenda más para salir. Estos pueden ser lavados a mano o en la lavadora, dependiendo del material, pero es importante que se sequen al sol porque la ventilación terminará por eliminar los virus y las bacterias u hongos que pueda tener esa tela. Su lavado puede ser cada dos días. Incluso sería mejor tener más de uno para no quedarse sin protección”, indica la doctora.
También es importante que cada miembro de la familia tenga un cubrebocas, pues no se deben compartir porque ahí también existe la posibilidad de contagio de algún virus.
LOS GUANTES NO SON OPCIÓN
En cuanto al uso de guantes, la especialista no recomienda su utilización porque, comenta, existe una alta posibilidad de que la gente deje de lavarse las manos al usarlos, ya que sienten que los guantes los protegen y no es así: “Deben lavarse las manos con o sin guantes. Por eso es mejor no usarlos y lavarse las manos en cuanto se pueda o usar gel”.
La doctora López Ortega añade que el gel debería establecerse como uso obligatorio en todos los sitios públicos para siempre y no solamente durante la pandemia. Esto ayudaría a que las personas que no se lavan las manos continuamente tengan una forma de protección. También es importante el uso de termómetros en la entrada de todos los establecimientos.
“Por ahora cualquier medida para detectar un contagio por COVID-19 o cualquier otra enfermedad es necesaria. Los hospitales están centrados en la pandemia y no es el mejor momento para enfermarse. Por ello, cuando lleguen las vacunas para la influenza se debe acudir a los módulos para la aplicación y así evitar que se junten las cifras de las dos enfermedades”.
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La limpieza y desinfección de hogares y establecimientos debe ser parte fundamental de la protección, agrega la doctora:
“Está reportado que el coronavirus vive en el papel 30 minutos, en la madera y tela un día, en el vidrio dos días, en el plástico y el acero hasta cuatro días, entonces es indispensable mantener desinfectadas las superficies de contacto, con una mezcla de 240 mililitros de cloro y cinco litros de agua, que eliminará el 99.9 por ciento de las bacterias.
“Es la mezcla más segura y más efectiva que se puede usar. Además, también se pueden utilizar otros productos como toallas desinfectantes que también contienen cloro”.
La ventilación es otro factor importante. El aire puro es uno de los mejores mecanismos para evitar contagios porque el virus puede salir y la probabilidad de que nos infectemos es mucho menor, señala la doctora.
Los CDC indican que todas las poblaciones deben practicar las estrategias de prevención, como el distanciamiento social, lavado de manos con frecuencia, limitar el contacto con las superficies que se tocan habitualmente o los objetos que se comparten y desinfectarlos, así como el uso de un cubrebocas.