Los pacientes con COVID-19 que han llegado a un estado de salud grave requieren ventilación, por lo que los respiradores artificiales se han convertido en la esperanza para salvar la vida de cientos de miles de personas alrededor del mundo.

En México, para apoyar al sector salud en el combate al coronavirus, un grupo de emprendedores mexicanos ha desarrollado un respirador gratuito para pacientes de COVID-19.

Julián Ríos, cofundador de Eva, empresa de tecnología dedicada a la salud que ayuda a la detección temprana del cáncer de mama, en colaboración con otros emprendedores mexicanos creó un respirador automático de bajo costo que permite automatizar el proceso de ventilación y que proporciona soporte a la respiración de pacientes en situación de emergencia.

El diseño del respirador está basado en el proyecto OxyGEN, elaborado en Barcelona y cuyos planos, software y especificaciones están disponibles para su descarga gratuita en internet. Y consiste en un dispositivo que cuenta con una bolsa de oxígeno tipo Ambú, utilizada en las ambulancias.

Generalmente este proceso se realiza de forma manual, mientras que el prototipo desarrollado por Eva, explica Julián Ríos, “automatiza la ventilación del paciente con un motor y permite controlar la frecuencia respiratoria, así como el volumen corriente y la inspiración y espiración de forma constante”.

Ríos también comenta que la ventaja de contar con un dispositivo automático en lugar de uno manual es que se puede regular la velocidad del motor para ajustarse al ritmo respiratorio que requiere cada paciente, en lugar de que una persona realice ese proceso.

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“En cuanto nos dimos cuenta de la dimensión de la pandemia comenzamos a colaborar con diversos proyectos ‘opensource’ para mejorar los respiradores y traerlos a México. Nuestra meta es salvar vidas y poder ayudar en este momento de crisis”.

Ríos celebra que actualmente múltiples empresas e instituciones tomen acción en esta crisis y presenten su propio modelo de respirador. “En nuestro caso, se trata de un respirador que puede ser desarrollado a un costo menor a los 3,000 pesos.

“De igual manera, los planos, software e instrucciones son completamente públicos y gratuitos para que cualquiera los pueda descargar e implementar, porque no buscamos lucrar con el respirador, que además se basa en modelos que han superado pruebas clínicas y demostrado ser eficaces en el contexto de la crisis sanitaria que estamos viviendo”.

Por ahora, la compañía se encuentra en conversaciones con las autoridades mexicanas para presentar el respirador y su viabilidad. De conseguirlo, el objeto podrá usarse en hospitales públicos y privados de todo el territorio nacional.

“Estamos teniendo acercamiento con la Cofepris (Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios) y la Comisión de Salud del Senado de la República. Esperamos poder tener noticias positivas al respecto en los siguientes días, sobre todo porque la crisis de respiradores en el país se está agudizando de manera exponencial”.

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Actualmente, el nuevo virus COVID-19 ha desatado la alta demanda de respiradores, y en países como Italia y España, de acuerdo con información de la BBC, ante el desabasto los médicos han tenido que decidir a qué pacientes conectar y a quiénes descartar.

Protofy.xyz, empresa con sede en Barcelona que se dedica a los servicios tecnológicos para departamentos de investigación, es la inventora del dispositivo que funciona como respirador de emergencia y está especializado en el tratamiento del coronavirus.

OxyGEN es un proyecto de hardware abierto. Cualquiera puede descargar los planos y esquemas y construirlo libremente, según se explica en la página de la empresa. El respirador ha sido diseñado para ser producido de forma masiva a escala industrial usando piezas ampliamente disponibles y un diseño minimalista.

El respirador se puede construir con máquina CNC, chapa plegada o incluso sierras de mano. El proyecto se apoya en una comunidad de miles de voluntarios que alrededor del mundo contribuyen al proyecto.

El artículo ha sido diseñado para ser construido por emprendedores, pues no se necesitan herramientas especiales ni materiales caros.

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Actualmente la desesperación por la escasez de respiradores frente al crecimiento de pacientes graves ha llegado a los hospitales de todo el mundo, por lo que los gobiernos han pedido la colaboración de distintas industrias, incluso las que fabrican automóviles, para que ahora construyan respiradores artificiales.

En el caso de Estados Unidos, hacia finales de marzo la Sociedad de Medicina de Cuidados Críticos de ese país proyectó que aproximadamente 960,000 personas tendrían que usar un respirador artificial. Sin embargo, este país solo cuenta con 200,000 aproximadamente.