Investigadores de la ONU reclamaron este miércoles una investigación forense sobre el supuesto pirateo del teléfono móvil del fundador y presidente de Amazon, Jeff Bezos, después de recibir un mensaje de WhatsApp procedente de una cuenta atribuida al príncipe saudita Mohamed bin Salmán.
La intrusión hace dos años desembocó en la publicación de imágenes íntimas del presidente de Amazon, también propietario del diario Washington Post para el que trabajaba Jamal Khashoggi, periodista saudita crítico con Riad, y asesinado el 2 de octubre de 2018 en el consulado de su país en Estambul.
En un comunicado, Agnès Callamars, relatora de ejecuciones extrajudiciales, y David Kaye, su par sobre la libertad de expresión, consideraron que “el presunto pirateo del teléfono de Bezos y de otras personas exige una investigación inmediata por parte de las autoridades estadounidenses y de otras también competentes”.
Ante las acusaciones, el ministro de Relaciones Exteriores saudí dijo que era “absurdo” pensar que el príncipe bin Salman pirateó el teléfono y dijo que la investigación proviene de una empresa privada que carece evidencia fuerte que sustente las acusaciones.
Los relatores de la ONU señalan que han recibido informaciones que “sugieren la posible implicación del príncipe heredero en la estrecha vigiliancia sobre (la intimidad de) Bezos, con el objetivo de influir en el enfoque del Washington Post en lo concerniente a la información sobre Arabia Saudita, e incluso intentar reducir al silencio” al periódico.
Estos expertos son designados por el Consejo de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, pero no hablan en nombre de la ONU. Éstos solicitaron que la investigación se centre sobre todo en la implicación (…) directa o indirecta del príncipe heredero en acciones cuyo blanco fueran presuntos opositores”.
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El presunto pirateo “refuerza las informaciones de un programa de vigilancia dirigido hacia aquellos que son percibidos como opositores y/o con importancia estratégica” a los ojos de Riad.
Los relatores especiales de la ONU también consideraron que las circunstancias de este supuesto pirateo demuestran que es necesaria una investigación profunda y exhaustiva de los “acusaciones sobre que el príncipe heredero ordenó, fomentó o, al menos, tendría conocimiento de los preparativos” de la operación para asesinar a Jamal Khashoggi.
Ambos expertos tuvieron acceso a las conclusiones del análisis técnico del iPhone de Bezos, realizado en 2019, que reveló que podría haber sido pirateado el 1 de mayo de 2018 mediante un archivo de video MP4 enviado desde una cuenta utilizada por el príncipe heredero saudita.
Poco después de haber recibido un mensaje por WhatsApp desde una cuenta atribuida al príncipe, Mohammed bin Salmán, fueron extraídos numerosos datos del teléfono de Bezos, según el Washington Post.
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Con información de AFP