Las antiguas catacumbas de Egipto contienen millones de pájaros momificados de la especie Threskiornis aethiopicus, mejor conocida como el ibis sagrado africano. Ahora los investigadores tienen una nueva idea de cómo los egipcios obtuvieron tantísimos de estos animales, algo que ha intrigado desde hace tiempo a los expertos.
Los egipcios comúnmente sacrificaban y momificaban a estas aves entre 665 a.C. y 250 d.C. en honor al dios Toth, quien a menudo era retratado como un hombre con la cabeza de un ibis.
Una cantidad pequeña de ibis vivía en los templos y eran adorados como encarnaciones auténticas del dios Toth, el dios de la justicia, la sabiduría, la magia y la luna. Las aves posteriormente eran momificadas tras su muerte natural.
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Los ibis que eran sacrificados antes de ser momificados se han encontrado apilados de suelo a techo en miles de catacumbas en importantes sitios históricos de Egipto. Pero los investigadores carecían de evidencia que les diera una pista de cómo los egipcios reunieron una cantidad tan asombrosa de ibis.
Algunos textos históricos indican que los egipcios tal vez hayan criado a estas aves a una escala industrial en instalaciones destinadas a ello a largo plazo, ubicadas cerca, o dentro, de los complejos templarios. De hecho, un fragmento de escritura del sacerdote y escriba Hor de Sebenitos —quien vivió durante el segundo siglo a.C.— discute cómo él alimentaba con regularidad a miles de ibis sagrados con “trébol y pan”.
Con el fin de investigar cómo los egipcios obtenían aves para sacrificar y momificar, un equipo encabezado por Sally Wasef, de la Universidad Griffith en Australia, analizó los genomas —la serie completa de genes presente en una célula u organismo— de 14 momias de ibis sagrados, datándolas en 2,500 años de antigüedad. También hicieron lo mismo con 26 especímenes modernos hallados en estado salvaje por toda África y luego compararon las dos bases de datos.
Los investigadores dicen que si los egipcios hubieran domesticado y colectado los ibis durante períodos largos, uno esperaría una baja diversidad genética en las antiguas aves momificadas a causa de la endogamia. Sin embargo, hallaron que las aves momificadas mostraban casi la misma diversidad genética que los ibis silvestres modernos.
Según el equipo, esto indica que en vez de obtenerlos de un sistema de granjas industrializado y centralizado, los egipcios posiblemente dependían de estrategias de domesticación a corto plazo entre las poblaciones silvestres, según un estudio publicado en la revista PLOS ONE. Por ejemplo, los sacerdotes quizás hayan domesticado a las aves en su hábitat natural o posiblemente los colectaban solo en ciertas épocas del año para satisfacer la demanda de los rituales anuales.
“Sorprendentemente, y a pesar de los millones de momias encontradas, no se hallaron señales de endogamia a largo plazo dentro del ADN de los ibis”, dijo a Newsweek Sally Wasef, autora principal del estudio, de la Universidad Griffith en Australia. “Con toda probabilidad, esto sugiere que los sacerdotes domesticaban poblaciones silvestres mediante tentarlos con comida dentro de sus hábitats naturales, como los lagos o humedales cercanos a los templos”.
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“Este estudio da una luz sobre un ritual practicado durante mucho tiempo por los antiguos egipcios y cómo los sacerdotes obtuvieron millones de ibis sagrados para sacrificarlos anualmente”, comentó ella.
Los ibis sagrados no fueron los únicos animales que los egipcios momificaban (aun cuando son por mucho los más numerosos). Los investigadores han descubierto todo tipo de criaturas momificadas en sitios históricos de todo el país.
“La lista es en verdad larga, puedes nombrar la mayoría de los animales y aves conocidas por los antiguos egipcios que fueron momificados en alguna etapa”, dijo Wasef. “Algunos eran mascotas y al mismo tiempo dioses, como gatos, perros, halcones, monos. Algunos solo eran encarnaciones de un dios en la tierra, como serpientes, cocodrilos, vacas, etc.”
La mayor cantidad conocida de ibis sagrados se puede hallar en la necrópolis Tuna el-Yebel en el Egipto Medio, la cual alberga alrededor de cuatro millones de estas momias.
Publicado en cooperación con Newsweek / Published in cooperation with Newsweek