Continuando con las bajas en los mercados de ayer, la amenaza de la recesión se cierne también sobre Alemania, la cuarta economía del mundo y la principal de Europa.
Ayer miércoles se dio a conocer que la economía germana se contrajo en el segundo trimestre del año en medio de la incertidumbre mundial y la guerra comercial que sostienen Estados Unidos y China.
Otros de los factores que han influido en lo que los especialistas llaman la “tormenta perfecta”, son, además de la guerra comercial, la disminución de ventas mundiales de automóviles afectando la industria automotriz local y los temores generados por las condiciones del inminente Brexit.
Precisamente en China, las ventas de autos han caídos 13 meses seguidos, impactando a los fabricantes como BMW, Daimler y Volkswagen.
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El Producto Interno Bruto (PIB) del segundo trimestre se contrajo un 0,1% respecto al trimestre anterior, de acuerdo con datos de la Oficina Federal de Estadística (Destatis).
Esto después de que creció 0,4% en los primeros tres meses del año, esquivando apenas la posibilidad de una recesión técnica, que se define como el descenso del PIB en dos trimestres consecutivos.
Se sabe que la producción industrial de junio cayó más del 5% en comparación con la del año pasado y el indicador ZEW de confianza económica alcanzó en agosto su nivel más bajo desde diciembre de 2011.
“El informe del PIB de hoy definitivamente marca el final de una década dorada para la economía alemana”, dijo Carsten Brzeski, economista jefe en Alemania del banco holandés ING a la cadena CNN.
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“El comercio exterior fenó la evolución del crecimiento económico, porque las exportaciones retrocedieron más que las importaciones frente al trimestre anterior”, informó Destatis en un comunicado.
El ministro de Economía, Peter Altmaier, estimó que la recesión se puede evitar. “Estamos en una fase de debilidad económica, pero todavía no es una recesión; podemos evitarla si tomamos las medidas adecuadas”, declaró al diario alemán Bild.
Dicha situación podría incidir en el resto de las economías de la Unión Europea que presentó un crecimiento del PIB de 0,2% en este segundo trimestre, la mitad de lo registrado al inicio de 2019.
Por otro lado, los economistas predicen que el Banco Central Europeo tomará medidas para reducir las tasas de interés y que reiniciará un programa de compra de bonos diseñado para estimular el crecimiento económico, en su reunión en septiembre.
Con información de CNN y Expansión.