Es importante dar una mirada hacia el pasado sobre la participación de las mujeres en la vida política y democrática de Baja California para saber donde nos encontramos y hacia dónde vamos.
La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos reconoce el derecho a la igualdad entre hombres y mujeres, no obstante, la participación en la vida política, la integración de los poderes de gobierno y el derecho a votar en las elecciones, únicamente estaba destinada al género masculino.
Fue hasta 1953 que se logró el derecho al voto de la mujer, al hacerlo patente en la Constitución, siendo en 1954 la primera vez que las mujeres ejercieron su derecho a sufragar en los comicios federales.
Aunque ya se ha superado este reto, el género femenino continúa enfrentándose a otros para poder participar en la vida política. Las cifras nos indican que la mujer ha avanzado lentamente para poder acceder a los cargos de elección popular y en otros simplemente ha sido invisibilizada.
Por ejemplo, en las legislaturas del Congreso de Baja California, en un periodo de 24 años transcurridos entre 1995 al 2019, se ha integrado con 163 diputados hombres frente a sólo 38 diputadas mujeres.
A nivel municipal, en la integración de los ayuntamientos desde 1995 al 2019, las presidencias municipales han sido ocupadas por 37 hombres y solo 2 mujeres, las sindicaturas por 37 hombres y 4 mujeres, las regidurías por 345 hombres y solo 149 mujeres.
En nuestro Estado no ha existido ninguna mujer que haya ocupado el cargo a la Gubernatura.
En esta tesitura, se hace evidente que desde el derecho reconocido de la mujer a votar y ser votada, siguen existiendo grandes brechas sociales que impiden el paso a una verdadera igualdad sustantiva, y no por falta de interés o voluntad de la mujer para participar vida pública del estado, sino por factores sociales derivados de la creencia y educación.
Esto ha propiciado malas prácticas por los entes políticos, fraude a la ley, violencia política, e incluso desconocimiento sobre el tema tanto por hombres como mujeres.
Por lo anterior, los Institutos Electorales han venido emprendiendo programas y acciones tendentes a lograr la verdadera inclusión de las mujeres en la vida política, no obstante que la reforma Constitucional de 2014 introdujo el principio de paridad de género, este aún no ha permeado en la integración de los órganos de gobierno.
En este tenor, el Instituto Estatal Electoral de Baja California, advirtiendo los antecedentes históricos que demuestran que los cargos históricamente siempre han sido ocupados por mayor número de hombres siendo las mujeres un grupo vulnerado, es que en el marco del Proceso Electoral Local Ordinario 2018-2019, ha decidido implementar medidas afirmativas para lograr la verdadera inclusión de la mujer, estableciendo bloques de competitividad, alternancia de género y que en caso de existir números nones, estos sean asignados a mujeres, ello en la integración del Congreso del Estado.
Respecto a los ayuntamientos, la obligación de postular a 3 mujeres a las presidencias municipales de los 5 municipios que conforman el Estado, así como fórmulas homogéneas y heterogéneas siempre y cuando estas sean en favor de la mujer.
También se establecieron medidas afirmativas en la etapa de resultados para la integración paritaria de los Ayuntamientos y el Congreso.
En retrospectiva, he de reconocer que sí hemos avanzado, aunque lentamente en la participación de la mujer en la vida pública del estado y nos dirigimos a una verdadera igualdad sustantiva, lo cual es tarea de todas y todos.
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El Instituto Electoral del Estado de Baja California colabora con esta columna de opinión sobre el proceso local electoral, como parte de un convenio de colaboración con Newsweek Baja California, con el objetivo de promover la cultura democrática.