Aunque en Querétaro el ritmo de crecimiento económico es superior al nacional, somos una entidad con gran desigualdad social. Además, en el estado viven 635 mil 680 personas en situación de pobreza, en tanto, la violencia y la corrupción siguen presentes en nuestro territorio.
Durante su toma de protesta como gobernador de Querétaro en 2015, Francisco Domínguez Servién afirmó que en la entidad «hay fortalezas, pero también debilidades. Hay abundancia, pero también escasez. Hay bienestar, pero también hay mucha pobreza» y es que, señaló, «la pobreza les acecha: de cada 100 queretanos, 34 viven en pobreza; y 33 en situación de vulnerabilidad, en tanto, 1 de cada 6 no tiene nada para comer».
Además, el gobernador queretano aseveró que «la inseguridad ha crecido» en la entidad y que a consecuencia de ello «los ciudadanos han vivido con temor los dos últimos años».
A tres años de haber iniciado su mandato, la desconfianza en las autoridades e instituciones de la entidad continúa y los retos que enfrenta este gobierno, a la mitad de su administración, en materia de pobreza, desigualdad, violencia y corrupción siguen siendo de gran calado.
Aquí presentamos la magnitud de estos rezagos.
Menos pobres, pero más desiguales
Seguir reduciendo la pobreza y cerrar las brechas de la desigualdad es uno de los desafíos más importantes para nuestro gobierno. En Querétaro, aún estamos muy lejos de alcanzar lo que los expertos llaman el círculo virtuoso de menor pobreza y desigualdad y mayor crecimiento económico.
Aunque desde el año 2010 el estado mantiene un promedio de crecimiento del 5.1%, este crecimiento, que es superior al nacional de 3.1%, no se ha traducido en una disminución importante de la pobreza y tampoco en mayor igualdad. Cabe destacar que los datos más recientes del Inegi muestran que en 2017 el Producto Interno Bruto (PIB) de Querétaro creció en un 3.9 por ciento.
En Querétaro viven 635 mil 680 personas en situación de pobreza, lo que representa al 31.1% del total de la población estatal, de ellos, 575 mil 963 son pobres moderados y 59 mil 717 son pobres extremos. Además, el 63% de la población estatal vive con al menos una carencia social, lo que contrasta con el 27.9% que no son pobres ni vulnerables.
Debe señalarse que, de acuerdo con los datos más recientes del Coneval, la pobreza en nuestro estado disminuyó en 10 puntos porcentuales respecto de la medición del año 2010 con lo que para 2016 había 131 mil 319 queretanos menos en situación de pobreza.
Asimismo, la población en pobreza extrema pasó de 137 mil 450 a 59 mil 717 en seis años. No obstante, la población vulnerable por carencias sociales incrementó en 65 mil 800 personas, y la vulnerable por ingresos en 89 mil 500.
En el 50% de los municipios queretanos la pobreza es superior al 50%, en uno de ellos (Pinal de Amoles), el 71.5% de las personas son pobres, y el 23.2% pobres extremos, adicionalmente, la pobreza extrema es superior al 10% en Amealco de Bonfil, con el 15.1% de su población en esta situación; Peñamiller, con el 11.8%; Landa de Matamoros, con el 11.4; Jalpan de Serra y Tolimán con el 10.6%.
Asimismo, en el 50% de los municipios de la entidad, nueve de cada 10 personas viven con al menos una carencia social. Mientras tanto, solo en dos municipios (Corregidora y Querétaro), la población no pobre y no vulnerable es superior al 35%.
Por otro lado, la edición más reciente de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) reporta que en el año 2016, los hogares de la entidad obtuvieron ingresos promedios trimestrales por 56,605 pesos, lo que significa que en cada hogar hay un salario promedio al mes de 18,868 pesos.
No obstante, el 10% más rico del total de los hogares queretanos tuvo, en promedio, ingresos por 182,014 pesos al trimestre, lo que representa 2,022 pesos al día, mientras que el ingreso promedio del 10% más pobre fue de apenas 11,089 pesos, o bien, de 123 pesos diarios, es decir, 16.4 veces menos que el segmento de los más ricos.
Estas brechas de ingreso se perciben también entre el ámbito urbano y rural del estado, pues, mientras que, en las localidades de más de 2,500 habitantes el ingreso promedio trimestral fue de 64,143 pesos, en las localidades rurales fue de 36,403 pesos, lo que significa que los ingresos de los queretanos que viven en áreas urbanas son 1.8 veces más altos que los de los que viven en áreas rurales.
Por otra parte, no debemos olvidar los desafíos que en materia de salud pública tiene nuestro estado y que requieren, con urgencia, de respuestas institucionales eficaces.
En Querétaro, datos del Coneval indicaron que en 2016 había poco más de 269 mil personas en vulnerabilidad por carencia de acceso a los servicios de salud, cifra que representa al 13.2% de la población estatal.
En ese contexto, los registros del Inegi evidencian que, entre 2006 y 2017 hubo 13,560 muertes por diabetes mellitus, 2,971 por enfermedades hipertensivas, y 12,244 por enfermedades isquémicas del corazón. En tanto, las defunciones que tienen como causa algún tipo de cáncer o tumor sumaron en dicho lapso 13 mil 187 fallecimientos.
Violencia homicida
Otro de los temas que el gobierno del estado debe atender con urgencia es el de la violencia que tiene lugar en nuestro territorio.
Entre enero de 2015 y octubre de 2018 se cometieron en Querétaro 1,738 homicidios. En el 33% de los casos se trató de homicidios dolosos, los cuales, en total, sumaron 567 muertes.
A nivel nacional, nuestra entidad es la quinta con menos registros de homicidio doloso en este periodo. Sin embargo, debe señalarse, en los 10 primeros meses de 2018 se acumularon 141 homicidios dolosos, 8% más que los registrados en todo 2015, cuando se consignaron 131. Además, destaca que el 69% de ellos se cometió con arma de fuego.
Al interior de nuestro estado, la capital es el municipio con el mayor número de casos con 270 homicidios dolosos cometidos desde enero de 2015 y hasta octubre de 2018. Le siguen San Juan del Río, con 74 casos; El Marqués, con 62; Amealco de Bonfil, con 24; y Corregidora, con 23. En contraste, hay cinco municipios en los que, en el mismo lapso, solo se cometieron menos de cinco homicidios dolosos.
En relación con los feminicidios, debe señalarse que de acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en nuestra entidad se han registrado nueve casos entre enero de 2015 y octubre de 2018.
Desconfianza y corrupción
La crisis de la violencia que permea nuestro país surge en un contexto en que la desconfianza de las personas hacia las autoridades de seguridad y la percepción de corrupción se encuentran en niveles muy altos.
En Querétaro, el 41.1% de la población mayor de 18 años desconfía algo o mucho de la policía preventiva municipal, 38.6% de los ministerios públicos y de la procuraduría estatal, 36.9% de la policía ministerial o judicial, 37.7% de la policía estatal y 36.6% de la policía federal.
Además, actualmente el 75.2% de los habitantes de Querétaro piensa que es muy común que exista corrupción en el estado. Según cifras de la ENCIG 2017, en nuestro estado se presentó un aumento de 10 puntos porcentuales respecto de 2013, cuando se reportó que el 65% de los queretanos tenía esta percepción.
De hecho, los datos señalan que en el estado hay una tasa de incidencia de corrupción de 20 mil 663 delitos por cada 100 mil habitantes que tuvieron contacto con servidores públicos, mayor que la registrada en 2013 cuando fue de 12 mil 877 delitos por cada 100 mil habitantes.