El Archivo General del Estado de Oaxaca es un espacio en el que convive la historia y el presente de la entidad, un recinto multi propósito que resguarda kilómetros de documentos (entre ellos un juicio por idolatría que data de 1574) y que aunado a su belleza, ha logrado llevar desarrollo a un municipio conurbado a la capital oaxaqueña.
Además de ser el segundo más importante del país –solo después del Archivo General de la Nación–, el inmueble construido sobre una superficie de 12 mil metros cuadrados, diseñado y realizado por el arquitecto Ignacio Mendaro Corsini obtuvo en 2017 el premio a la Innovación otorgado por Cemex.
Y es que además de contar con tecnología anti incendios y de regulación de temperaturas, retoma la arquitectura prehispánica de Oaxaca, específicamente las grecas de Mitla y la celosía del arquitecto mexicano Luis Barragán.
Por si fuera poco el resguardo de la historia y la belleza de la obra, el espacio ha contribuido con el desarrollo y seguridad de la agencia municipal de Santa María Ixcotel, perteneciente a Santa Lucía del Camino, Oaxaca, como parte de un plan integral de atención a esta localidad conurbada a la capital del estado.
*Banco de cantera
La Ciudad de los Archivos se encuentra construida sobre el banco de cantera de explotación más antiguo de Oaxaca, de las vetas de esta mina emanaron las piedras con las que se edificaron calles, templos y las viviendas de la capital.
Así lo refiere el director del Archivo General del Estado de Oaxaca, Emilio de Leo Blanco, quien apunta que “las Canteras” -–como popularmente se le conoce a la zona—permanecieron en el abandono. Hacia la década de los 50 era un basurero y en los 80 del siglo pasado, se estableció una política de recuperación del lugar, para dar paso a un parque.
Sin embargo, nuevamente el olvido causó estragos en materia de seguridad. De ahí que tomando en cuenta los orígenes de la ciudad, así como la necesidad de establecer sitios culturales en esta zona para abatir la delincuencia, se tomó la determinación de erigir el edificio que albergase el pasado de Oaxaca en este lugar, precisa el director.
El edificio, resalta, estuvo en construcción durante cuatro años, entre 2013 y 2017, a lo que se suma el tiempo de concepción del proyecto por parte del arquitecto Mendaro Corsini, quien vivió en la ciudad de Oaxaca y realizó un trabajo social en la zona.
“Regresar al origen los documentos que han formado la historia del estado, pero también otorgar un nuevo contexto a la zona que permitiera combatir la violencia y la inseguridad, con actividades culturales y un bello espacio, fueron los tres pilares sobre los que se construyó la ciudad”, indica.
Además de albergar los archivos, este espacio que tuvo una inversión gubernamental de 460 millones de pesos, cuenta con una biblioteca infantil donada por la fundación “Alfredo Harp Helú”, asociación que también concedió el proyecto arquitectónico al gobierno de Gabino Cué Monteagudo, así como una bebeteca, un club de teatro y un parque equipado con gimnasio.
*La restauración
La magnificencia del edificio es equiparada con la labor titánica que llevaron a cabo los restauradores, clasificadores y personal que ha trabajado desde 2011 en la estabilización de los documentos.
Los documentos del Archivo General del Estado de Oaxaca ocuparon diversos espacios físicos: los pasillos del Palacio de Gobierno, el Museo “Rufino Tamayo” y el antiguo Archivo del Poder Ejecutivo, ubicado en la calle de Santos Degollado, destaca Emilio de Leo.
Mientras realiza un recorrido por la exposición de fotografías monumentales ubicadas en una parte del edificio, muestra las condiciones en las que fueron rescatados los documentos.
La fundación “Alfredo Harp Helú- Oaxaca”, a través de la asociación “Apoyo al Desarrollo de Archivos y Bibliotecas de México” (Adabi), emprendieron hace siete años un trabajo de clasificación, organización y conservación de los documentos históricos del estado, con un grupo de 38 personas capacitadas para estos fines.
La encargada del área de Restauración, Obra Gráfica y Documental, María Magdalena Heredia Espitia, indica que por las condiciones en las que se encontraban los documentos, había problemas de hongos y polvo en la mayor parte del acervo documental, por lo que durante seis años que trabajaron fuera del inmueble, se dividieron en dos equipos: uno que clasificaba y organizaba y otro que estabilizaba.
Agrega que todos los documentos del archivo se limpiaron con una brocha especial que diseñaron de acuerdo a sus propias necesidades, para avanzar más rápido en el proceso que permitiera limpiar los documentos contenidos en 27 mil cajas.
También, sostiene, se sustrajeron elementos metálicos que dañaban los archivos, para posteriormente colocarlos en guardas de primer nivel que están hechas de papel libre de ácido, para evitar que se registraran más afectaciones.
El trabajo de restauración también puede causar daños a la salud, advierte la experta, por lo que han recurrido a un equipo especializado, que permite evitar que respiren esporas, hongos y polvo que perjudique su salud.
Entre las manos de Heredia Espitia han pasado documentos firmados por Benito Juárez, Porfirio Díaz, pero también su propia historia familiar.
“Un día me encontré un juicio interpuesto por mi abuela contra otra persona por difamación. Ella ya no está con nosotros pero haber hallado este documento fue para mí una casualidad maravillosa”, apunta.
*Los fondos
El director del Archivo General del Estado de Oaxaca, Emilio de Leo, agrega que el espacio tiene 16 kilómetros para albergar documentación, de los cuales actualmente se tienen ocupados cuatro kilómetros con información que data de 1574 a 1950, clasificados en los fondos: Gobierno, Hacienda, Milicia y Asuntos Religiosos.
Además, añade, cuentan con el Archivo Histórico del Registro Civil, en el que tienen actas de nacimiento de oaxaqueños próceres como José Vasconcelos y Rufino Tamayo.
“Contrario a lo que se piensa, los archivos están vivos, documentan nuestra historia y están disponibles para consulta en este recinto. Y aunque están resguardados en bóvedas que impiden su deterioro, se puede tener acceso a los mismos”, sostiene.
Entre los servicios que brinda el Archivo, además de consultas para investigación, también están las realizadas por el público en general de edictos, dictámenes, resguardo del Periódico Oficial del Estado de Oaxaca, desde 1923 a la fecha.
Con su fachada color tierra, similar a la de la Mixteca, el Archivo General del Estado de Oaxaca se erige como una institución que conjunta la historia, la cultura y el recuerdo vivo de la construcción de la entidad.