La Corte Suprema de Pakistán absolvió este miércoles en apelación a la cristiana Asia Bibi, condenada a muerte por blasfemia en 2010, suscitando la ira de religiosos fundamentalistas musulmanes que se manifestaron de inmediato.
“Fue absuelta de todas las acusaciones”, declaró el juez Saqib Nisar al leer el veredicto en la Corte Suprema. Asia Bibi, quien actualmente se encuentra encarcelada en una prisión de Multán (centro), será liberada “inmediatamente”, agregó.
El abogado de Bibi, Saif ul Mulook, telefoneó enseguida a su clienta para anunciarle la noticia desde el tribunal. “¿Se ha enterado de que ya es usted un ser humano libre? Ahora puede levantar el vuelo e ir adonde quiera”, dijo en presencia de un periodista de la AFP.
“No sé qué decir”, contestó ella. “Había soñado con que las paredes de la cárcel se derrumbarían”, dijo antes de darle las gracias.
Asia Bibi, madre de cinco hijos, fue condenada a la pena capital en 2010. Las acusaciones contra ella se remontaban a 2009, cuando unos campesinos musulmanes con los que trabajaba se negaron a compartir agua con ella porque era cristiana.
Después de que estallara una disputa entre ellos, una mujer musulmana acudió a un clérigo local y acusó a Bibi de haber blasfemado contra el profeta Mahoma.
La liberación de la cristiana podría tardar unos días debido a cuestiones administrativas, indicó el abogado.
En las últimas semanas, islamistas radicales habían amenazado a los jueces que analizaban su caso en la eventualidad de que el veredicto fuera favorable a la acusada.
– Protestas –
Los islamistas se indignaron, sin embargo, con el veredicto, y miles de ellos se manifestaron bloqueando carreteras, quemando neumáticos y gritando amenazas contra los jueces y Bibi.
La mayoría de ellos se dispersó a última hora del día tras haber anunciado nuevas manifestaciones para el viernes, pero cientos de manifestantes seguían bloqueando un tramo de autopista cerca de Islamabad.
“Esa decisión respecto a una blasfemadora no es un buen presagio para el país”, consideró Maulana Abdul Aziz, imán de la Mezquita Roja, un lugar clave del islam radical en Islamabad.
“Es una decisión extremadamente injusta, cruel, totalmente detestable contra la sharía”, dijo a la AFP.
El primer ministro paquistaní, Imran Khan, instó a la población a mantener la calma. Quienes llaman a rechazar el veredicto lo hacen “por su propio interés político” y “no le hacen ningún favor al islam”, dijo.
Ante la amenaza de protestas, las fuerzas de seguridad habían impuesto fuertes medidas de seguridad en Islamabad, con barreras en accesos cercanos a los barrios en los que viven los magistrados y la comunidad diplomática.
– Repercusión internacional –
El caso de Asia Bibi tuvo una resonancia internacional y llamó la atención de los papas Benedicto XVI y Francisco. Una de sus hijas se reunió en dos ocasiones con el papa argentino.
La blasfemia es una cuestión extremadamente sensible en Pakistán, un país muy conservador en el que el islam es religión de Estado. La ley prevé hasta la pena de muerte para las personas consideradas culpables de ofensa al islam.
Se cree que en el país hay unas 40 personas condenadas a muerte o cumpliendo cadena perpetua por blasfemia.
– “No puede permanecer en Pakistán” –
El exgobernador de Panyab Salman Taseer, quien había salido en defensa de Bibi, fue asesinado en pleno centro de Islamabad en 2011 por su propio guardaespaldas, Mumtaz Qadri, quien fue ahorcado a inicios de 2016.
Los defensores de los derechos humanos consideran a la cristiana como un símbolo de las derivas de la ley que reprime la blasfemia en Pakistán, a menudo instrumentalizada para solucionar problemas personales, según sus críticos.
De momento se desconoce qué ocurrirá con Bibi tras su absolución.
En caso de liberación, “Asia no puede permanece [en Pakistán] con la ley” sobre la blasfemia, dijo a la AFP su marido, Ashiq Masih, el 13 de octubre, cuando fue recibido en Londres por la oenegé católica Ayuda a la Iglesia Necesitada.
(Con información de AFP).