La ayuda estadounidense para El Salvador, Guatemala y Honduras, países golpeados por la violencia y la pobreza que generan olas de migrantes, ha caído en los últimos años, según datos del gobierno y una organización civil.
El declive ocurrió pese al compromiso adquirido por Washington en 2017 para financiar la Alianza para la Prosperidad en el Triángulo Norte de Centroamérica, con un pedido de 750 millones de dólares en ayuda bilateral y regional.
Este tema cobró relieve en momentos que el presidente estadounidense Donald Trump mandó cortar la ayuda para Guatemala y Honduras por el paso de una caravana de migrantes hondureños que se dirige rumbo a Estados Unidos.
La página oficial de Internet de asistencia externa estadounidense destaca que la Alianza para la Prosperidad busca crear condiciones que favorables para que los pobladores puedan permanecer en su país, en lugar de emigrar.
Según el portal, la ayuda a través de esta iniciativa “incluye y alínea los recursos necesarios para incrementar oportunidades económicas, reducir la violencia extrema (y) fortalecer la efectividad de las instituciones estatales”,.
La no gubernamental Oficina de Washington para América Latina (WOLA, en inglés), que monitorea la asistencia para América Central, destacó que la ayuda para todo el istmo en 2016 alcanzó 750 millones de dólares en acciones coordinadas por agencias diversas y otros 42,257 millones en programas del Departamento de Defensa.
En 2017 cayó a 655 millones en programas de generales de asistencia, mientras los de Defensa subieron a 42,403 millones.
Para 2018, según WOLA, la ayuda cayó a 615 millones de dólares, sin incluir los datos del Departamento de Defensa. En los tres años, los países del Triángulo Norte fueron de lejos los principales receptores de ayuda para Centroamérica.
– Honduras –
En el caso de Honduras, de donde salió la caravana de migrantes, la ayuda estadounidense fue de 209,2 millones de dólares en 2016, y cayó a 181,7 millones al año siguiente. La WOLA no tenía disponibles los datos de 2018.
Los principales programas financiados por la ayuda norteamericana en Honduras se dirigieron en 2017 al área de seguridad, justicia y prevención de violencia (65 millones); seguidos de programas de crecimiento económico y desarrollo (USD 54,5 millones), fronteras y control de drogas (USD 30,26 millones) y gobernabilidad, transparencia y derechos humanos (USD 31,5 millones).
La ayuda estadounidense es relevante para Honduras, un país con un presupuesto estatal de alrededor de 9.700 millones de dólares, según lo aprobado por el Congreso para 2018.
La pobreza en Honduras afecta a 68% de la población de 9,1 millones de habitantes de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadísticas, además de un elevado índice de violencia de 43 homicidios por cada 100.000 habitantes, según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional.
– Guatemala –
En Guatemala, el otro país amenazado por Trump con corte de la ayuda, la asistencia norteamericana pasó de USD 254,3 millones en 2016 a USD 177,8 millones en 2017, según WOLA.
El programa que recibió más ayuda estadounidense en 2017 fue el de crecimiento económico y desarrollo (78,66 millones), seguido de seguridad y prevención de violencia (46,9 millones), fronteras y control de drogas (28,8 millones) y gobernabilidad, transparencia y derechos humanos (22 millones).
Con un presupuesto de 11.000 millones de dólares autorizado por el Congreso para 2018, Guatemala tiene un índice de pobreza de 60% en una población de 16,5 millones, según el Banco Mundial.
A ello se agrega que la Policía Nacional Civil de Guatemala reportó 4.410 homicidios, para una tasa de 26,1 por cada 100.000 habitantes.
– El Salvador –
El Salvador es el más pequeño y el que menos asistencia norteamericana recibe del Triángulo Norte de Centroamérica: 153,1 millones en 2016, que cayeron a 149 millones de dólares en 2017.
La asistencia de 2017 se concentró en seguridad y prevención de violencia (35,36 millones), seguido de fronteras y control de drogas (22,23 millones), gobernabilidad, transparencia y derechos humanos (11,77 millones) y crecimiento económico y desarrollo (3 millones).
El Salvador, con una economía dolarizada, tiene un presupuesto de 5.467,5 millones de dólares, según el portal de Transparencia Fiscal del gobierno.
Datos de la ONU indican que 33% de los hogares salvadoreños vivían en la pobreza en 2017, entre 6,2 millones de habitantes. En ese mismo año, el país registró 21,6 homicidios por cada 100.000 habitantes, según la Policía Nacional Civil.